Gente que irrumpe e interrumpe

Albert Guillaume (1873- 1942) Los atrasados (1914)


Ah de los desubicados, ah de los molestos que irrumpen abusivamente en los lugares que hemos hecho propios con toda la compostura y etiqueta de la que somos capaces.

Laberintos

Construido sobre las nociones de camino y tránsito, el laberinto tiene como constituyente esencial la sucesión de unos lugares “en los que los senderos se bifurcan”.
En cada encrucijada son por lo menos dos los valores que adopta la elección de una deriva: tomar una dirección hacia la meta —entrada o salida— o errar hacia el extravío. Hallarse y perderse son estados igualmente posibles en un laberinto: de allí que se piense en guardar o extraviar algo o alguien en su interior, que puede ser tanto un tesoro como un monstruo culposo, tanto uno mismo a título de héroe así como a un Otro trascendente.

Existe una complejidad espacial relativa que da cuenta de la entidad intrínsecamente temporal del habitar un laberinto: habitarlo es la representación palmaria de la concepción de la vida como un tránsito.

Corniche

Claude Monet (1840- 1926) La Corniche cerca de Mónaco (1884)

Cuando se responde civilizadamente a la fascinación por los bordes marítimos, se suele acondicionar un camino costero para disfrutar del itinerario y de las vistas. No obstante, hay que tener mucho cuidado ambiental: el borde costero es una región frágil a la vez que dinámica

La forma del habitar

La manifestación concreta de la finalidad de la empresa arquitectónica es la síntesis de su forma.
A esta síntesis de la forma se pretende llegar por distintos caminos y con diversa fortuna y pertinencia. Pero parece que, con una pizca de buen sentido, es posible esperar que una profunda y entrañable reflexión sobre la forma propia del habitar condujera a la consecución de la buena forma construida, toda vez que entre éstas se verificara un armonioso ajuste. La buena forma construida y la forma cabal del acontecimiento que en ella tienen lugar son dos aspectos necesariamente complementarios en la síntesis de la forma arquitectónica.

Describir, comprender y explicar la forma del habitar, he aquí una consigna sintética y ambiciosa para una empresa necesaria.

Puerta (torii)

Judith Gautier (1845- 1917) El Japón  (p. 16) (s/f)


Un torii separa dos territorios: uno sagrado y otro mundano, pero a la vez es el dispositivo para pasar de un territorio a otro. Esto es lo que hacen las puertas, todas las puertas: lo que sucede es que damos siempre valores diferentes a cada territorio.

Ética profesional

Pueden caracterizarse positivamente tres directivas principales para el contenido ético de una profesión.
·         el servicio específico e institucionalizado a la calidad de vida social;
·         la vocación propia del profesional digno de esa investidura y
·         el compromiso con las metas de la actividad social implicada en la profesión.

En el caso de la arquitectura, existe un contenido ético profesional específico que se centra en el habitar: forjarse cada profesional en pos de un servicio social, con una vocación específica y un compromiso con la habitación humana.

La humilde morada del genio

Santiago Rusiñol (1861- 1931) El alojamiento de Erik Satie (1891)


El habitar a veces se constriñe a un elemental alojamiento. Es preciso acercarse todo lo posible al calor del hogar y disponer, al menos, de un espejo.

Umbrales y fronteras

Habitamos ámbitos y recintos así como también habitamos umbrales y fronteras, esto es, los lugares practicables que interconectan los diferentes ámbitos y recintos.
Los habitamos trasponiéndolos y en un breve pero contundente gesto vital mudamos las investiduras: de la presencia pública pasamos a la privada, de la condición familiar a la íntima, del trasfondo al escenario, de la imagen implacable del espejo a la máscara (personæ) con la que salimos al mundo.

Y también habitamos los umbrales cuando constituimos un lugar de estancia especialmente localizado allí: el lugar de la ventana, la terraza o el balcón, las entradas, los corredores.

Homenaje del día después

Émile Friant (1863- 1932) La discusión política (sd/f)

Ayer, 26 de octubre de 2014, hubo reñidas elecciones en mi país. Aquí quiero dejar un homenaje a todos aquellos que han hablado con los demás , en todos los tiempos y circunstancias,  con el fin de concertar decisiones y acciones políticas.

Cielo

Ivan Fedorovich Choultsé (1874- 1937)
Velero en el amanecer del golfo de Finlandia (1916)


Es un fondo perceptivo de nuestro habitar al aire libre. Da el tono del tiempo, la temperatura y el color de las cosas: señala cada lugar de la tierra con un signo particular. Ya lo dijeron Los Olimareños en su exilio Este cielo no es el cielo de mi tierra

El habitar como proyecto social

Si habitar es un proyecto, entonces lo que habitamos es un proyecto.
No es por cierto un proyecto elaborado unitaria y acabadamente por una personalidad —benigna, maligna o indiferente— sino que es un proyecto social. Este proyecto social no por tácito es menos operativo: lo que la realidad del hábitat constituye es efecto necesario de un proyecto. No es un fruto espontáneo de las puras energías de la naturaleza, ni del azar.

El proyecto social del hábitat es una resultante efectiva tanto de la continuidad histórica como de la ruptura crítica y es el resultado de un concreto concierto social tanto expresado por afinidades solidarias como por conflictos competitivos.

Vuelta al fuego originario

Anders Zorn (1860- 1920) Cocinando pan (1889)


El fuego todavía constituye el centro energético del habitar. En torno a él, se aplican al denodado esfuerzo las proletarias desde tiempos inmemoriales.

Arquitectura viva: el cuerpo humano

El diseño arquitectónico compone ámbitos equipados destinados a la habitación en formas y disposiciones adecuadas a las condicionantes compositivas del cuerpo.
El cuerpo compone en su contacto íntimo con los asientos, los lechos y otros elementos las principales líneas maestras del diseño del equipamiento. Los elementos del equipamiento, a su vez, se despliegan en el espacio generando puntos, líneas y planos compositivos a través de la forma vincular que adquieren con el cuerpo que se sirve de éstos. Los elementos de equipamiento se disponen entre sí y con el espacio que los contiene a través de la composición de los rituales corporales que se desarrollan en los espacios.

Hay arquitectura en el orden de las disposiciones del equipamiento porque también hay arquitectura en los rituales corporales cotidianos.

Umbrales, otra vez

Anna Bilińska-Bohdanowicz Mujer bretona en el umbral (1889)


Ese delicado instante en que se traspasa el umbral entre el trabajo campesino puertas afuera y la labor doméstica puertas adentro. Si bien le aguarda apenas una faz de la misma existencia ajetreada, se la ve contenta al volver a su casa.

La morada

El lugar de la morada es el foco en donde se concentran con más nitidez las expresiones, modulaciones y producciones del habitar.
La morada es un origen de coordenadas y el foco de un campo triplemente condicionado: desde los puntos de vista físico-ambientales, socio-económicos y políticos. De esta manera, la estructura del habitar atraviesa toda la vida social desde la infraestructura material, la estructura social y económica y la superestructura. Es necesario advertir que, en una perspectiva teórica adecuada, no puede plantearse, siquiera operativamente, la constitución simple de un “problema de la morada”, al que seguiría necesariamente una solución física, social y política simple, sino y en todo caso, una estructura compleja de problemas que afectan el núcleo de condiciones de la totalidad de la vida en sociedad.

En la morada, el habitar no hace otra cosa que comenzar.

Una escalera para un filósofo en actividad

Rembrandt (1606- 1669) Filósofo meditando (1632)


Si uno tuviera el raro privilegio de proyectar un espacio para la meditación de un filósofo, seguramente fuera una feliz idea construir una escalera como ésta. Porque una escalera así no se contenta con comunicar un nivel físico con otro, sino que sobre todo estimula el pensamiento y la especulación.

Eso que sucede cuando uno dibuja un signo

Hay que pensar en este gesto fundamental de volcarse la consciencia hacia el exterior, hacia una región del espacio que oficie de lugar a la mano, al alcance de la operación y pantalla de proyección.
Hay que pensar en toda la gravedad ritual que significa en su origen. Hay que pensar en la constitución recíproca de un pensamiento participable de un modo social, confrontable con la vivencia subjetiva: un mismo gesto que aúna pensamiento, operación práctica y producción.

Una combinación compleja e indiferenciada de pensamiento, acción transformadora y registro mnemónico puesto al servicio de la constitución plena de una situación y de un acontecimiento. Eso es proyectar

Puente



Alfred Sisley (1839- 1899) Pasarela en Argenteuil (1872)

Recordemos lo que una vez escribió Julio Cortázar: Un puente es un hombre cruzando un puente. Un ingeniero puede desvelarse por conseguir la mejor economía y solidez en la estructura, pero, según nuestra perspectiva, el puente realmente existe en tanto un ser humano vence el obstáculo, yendo de un sitio a otro, articulados éstos ahora por el desplazamiento.

Paisaje



Entendemos por paisaje una extensión territorial percibida efectivamente y de un modo unitario desde un sitio dado.
La unidad del paisaje radica en su carácter de escena ofrecida a una percepción situada efectivamente en sus confines territoriales. Si bien en nuestra civilización predomina notoriamente la percepción visual —con lo que todo paisaje supone una perspectiva—; en realidad, el paisaje se percibe con una síntesis plural y compleja de datos sensibles: el oído, el tacto, el olfato y la cinestesia aportan lo suyo. El paisaje supone un percepto complejo y no obstante constituye una unidad de síntesis.
El paisaje, de este modo, no es simplemente el referente objetivo que impresiona nuestros sentidos, sino que, de un modo concreto, es el percepto efectivo construido en la interacción de la escena objetiva y la percepción subjetiva. En otro lugar hemos caracterizado el paisaje como una estructura vincular objetiva-subjetiva de naturaleza ambiental.
Así como el territorio constituye una estructura vincular objetiva-subjetiva caracterizada por la categoría del dominio, el paisaje constituye otra estructura vincular signada por la categoría de la percepción.

Jolgorio



Ilya Repin (1844- 1930)
La respuesta de los cosacos al Sultán de Turquía (1891)

Quizá nada cementa mejor la trama vincular de un grupo social que la risa compartida y mutuamente estimulada. Nosotros somos los que nos reímos juntos.
Si quieren saber de qué se ríen hasta el paroxismo estos cosacos, búsquenlo en http://es.wikipedia.org/wiki/Cosacos_zap%C3%B3rogos_escribiendo_una_carta_al_Sult%C3%A1n
Vale la pena

Crítica ambiental de la imagen de un cottage



Obsérvese una idílica escena compuesta por una casa de campo, tal como un bien acondicionado cottage.
El cuidado césped que la circunda es resultado de una presión selectiva sobre las especies vegetales: se siembran y recortan las especies deseadas, exterminando otras por desmalezado. Ciertos árboles y animales se crían, se cuidan y se explotan, mientras que otras plantas y animales son combatidos como plagas. La construcción de la casa supone la extracción selectiva de recursos naturales y la afectación del suelo a la habitación. El acondicionamiento térmico se consigue a través de la quema de leña y la emisión de humos a la atmósfera. Se extrae agua apta para su potabilización y se vierten las aguas servidas...
Así y todo, la imagen del cottage, su jardín y su campo pasan, como representación y manifestación cultural, por la casi arcádica relación del Hombre con la Naturaleza.