Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 13

Parece que el secreto de la isla es secreto de espacio y secreto de mujeres a la vez. Quien quiera descubrirlo ha de seguir su olfato para las particularidades de la feminidad. Odore di donna: ¿un secreto de cocina? ¿Una connivencia con la luna? ¿Es el reino de las mujeres un hogar ampliado, un hogar del que emanan fragancias prometedoras, una aromasfera en la que quienes curiosean la comida levantan la tapa de los mismos asadores y potes? ¿O se está más cerca del secreto de la isla cuando pasa una mujer joven, envuelta en su aura de feromonas, en su promesse de bonheur biológica? No tiene sentido solicitar información de los isleños, dado que son productos del misterio de la isla, o en el mejor de los casos sus líricos, no sus exploradores. Naturalmente estarían de acuerdo en que sin las mujeres, las madres, no funcionaría nada en su vida, aunque sólo fuera porque se encargan de los niños pequeños y porque constituyen la mitad del cielo, la mitad de la cama. Desde el punto de vista de las contribuciones de lo femenino a la emergencia de la isla humana y su conformación interior, respuestas de este nivel resultan estériles.
Sólo se avanza en este asunto si se introducen los conceptos de mujer y espacio en una visión biológica y topológica desacostumbrada; se trata, entonces, de hablar del cuerpo femenino, sobre todo del maternal, en expresiones geométricas o teóricas con respecto al lugar de acampada. Este cambio de perspectiva tiene en cuenta el hecho de que por las adquisiciones evolutivas del biograma de los mamíferos comenzó a existir un tipo radicalmente nuevo de animales-madres: caracterizado por la conquista “revolucionaria” del espacio ventral femenino como zona de puesta de huevos hacia dentro. Por ello aparece una realidad topológica histórico-naturalmente única, en tanto que ahora el cuerpo de la madre se convierte en el nicho ecológico del retoño. Por la interiorización del huevo se reduce el riesgo interno de la incubación, así como por el riesgo nuevo del parto. La historia del éxito de los mamíferos demuestra que esa transacción fue ventajosa. De ella no sólo resultaron nuevos animales-madres integrales, que albergan en sí parásitos congéneres, sino tipos nuevos de hijos, que crecen en el mundo con un valor de vinculación superior y un riesgo de separación más brusco.
(Sloterdijk, 2004:297s)

El lugar de las máquinas

Carl Grossberg (1894- 1940) La cinta Jacquard (1934)


A los futuristas del siglo XX les fascinaba el espectáculo de las máquinas en movimiento. A los escépticos del siglo XXI, en cambio, nos preocupan más las condiciones humanas del trabajo.

Patrones de habitar

El influjo poderoso del estructuralismo nos ha dejado, como precipitado intelectual, una actitud proclive a considerar, en primer lugar, que diversos fenómenos sociales responden a un orden sistemático subyacente bajo las apariencias de la compleja diversidad de manifestaciones; en segundo lugar, que existiría un conjunto discreto de variables simples que, en sus relaciones mutuas permitirían dar cuenta de la complejidad aparente a través de la comprensión de su combinatoria.

Guiados en tal dirección, puede formularse como hipótesis que los acontecimientos humanos en los lugares, si bien suponen manifestaciones de gran complejidad y sutileza, responden, en lo fundamental, a un elenco discreto de situaciones simples, que interactúan entre sí, combinándose de modo que adopten las más diferentes manifestaciones. Es por ello que Christopher Alexander hace uso de la locución  patrones de acontecimientos.

Revalorizar las residencias de Bello y Reborati en Montevideo (I)

Munidos con el herramental propio de la Teoría del Habitar, podemos juzgar que las realizaciones de la firma Bello y Reborati son merecedoras del mayor interés en el estudio y en la formulación de juicios de valor. Deberá reconocerse que el juicio social efectivo que valora estas residencias está bien fundado tanto en la conservación física de estas realizaciones tanto como en su pervivencia simbólica. Debe reconocerse que han resultado la genuina manifestación de un habitar social propios de unas circunstancias históricas, culturales, sociales y urbanas, de las que quedan aún valiosos relictos.

Revalorizar las residencias de Bello y Reborati en Montevideo (II)

http://belloyreboraticatalogo.blogspot.com/


Una arquitectura de contexto, más que una colección de objetos singulares. Debemos prestar más atención al fenómeno.

El lugar necesario para los grandes edificios

Ludwik de Laveaux (1868- 1894) Plaza de la Ópera de París (1893)


Las grandes e importantes arquitecturas no terminan simplemente allí donde llega la piel de las fachadas. También cuenta el espacio que permite contemplarlos en su conjunto.

El habitar contemporáneo

En la actualidad, domina en las representaciones del habitar el impacto de la aceleración aguda de la movilidad de cosas y personas así como la intensificación de los flujos informativos en las redes.
Frente a las representaciones que hoy resultan arcaicas que vinculan el habitar con el arraigo a un solar natal, hoy domina la sensación generalizada de trashumancia constante, en donde cada uno debe construir identidades, memoria y referencia con respecto a lugares cada vez más distanciados entre sí: las casas que sucesivamente sirven de alojamiento en cada fase vital, los lugares de trabajo, de estudio, de esparcimiento… Las tramas de la vida cotidiana desarticulan la continuidad entre los diversos lugares efectivamente habitados.

Los vaivenes de la información y la desinformación nos acercan situaciones y acontecimientos remotos y nos distancia de ciertas regiones física y socialmente próximas.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 12

La consecuencia adicional más importante del efecto-silentium se muestra en la separación de lo público y lo privado. Esa diferenciación, que sirvió de pareja conceptual rectora a las ciencias políticas tradicionales, hay que remitirla en primer lugar a una modificación interna del fonotopo, en tanto que distingue situaciones determinadas por ruidos familiares, de otras en las que predominan los ruidos colectivos. Lo privado aparece en este contexto como un enclave de comunicaciones suaves, liberado del ruido del grupo, cuando no como un espacio de quietud y silencio, incluso, en el que los individuos se recuperan del estrés del sound del colectivo.
(Sloterdijk, 2004: 296)

Cuando se abre una puerta

Léon Comerre (1850- 1916) La bonita doncella (1916)


Siempre que se abre una puerta comienza algo: el tiempo de la estancia es conmovido por una irrupción. Mejor cuando es una bonita muchacha la que aparece.

Ante los derribos irreflexivos

Hay ocasiones en donde los derribos adquieren características de hondo dolor social, del que se privan apenas los demoledores.
Debe tenerse en cuenta que los lugares que han sido habitados son depositarios de historia humana, en el sentido más entrañable y no sólo para los ocupantes que han vivido en los lugares, sino también para todos aquellos que han vivido con estos mismos lugares, integrando escenarios de vida.

Los sitios habitados son algo más que simples cosas útiles: se construyen con la existencia humana y de ella conservan valores que es prudente considerar.

Arquitectura y contexto

Josef Mayburger (1814- 1908) El Klausentor en Salzburg (1860)


Hay felices ocasiones en donde la arquitectura honra el lugar en donde se desarrolla. Es una lástima que casos como este sean una excepción.

¿Villas idílicas?

Suele tenerse a las villas emplazadas en el campo, a la manera de los cottages, un modelo de feliz concordancia del habitar humano con la naturaleza. Pero observemos el caso más de cerca.
El bien cuidado césped que rodea la construcción es producto de una presión selectiva sobre las especies vegetales: se promueve el desarrollo de algunas a costa del combate a otras, tenidas por malezas. Ciertos animales y vegetales —que no suelen pertenecer a la fauna y flora autóctonas— son criados, cultivados, cuidados y explotados, mientras otros son combatidos como plagas. La misma producción de la casa supone la extracción selectiva de recursos naturales y la afectación del suelo. El acondicionamiento térmico se consigue a través de un dispendioso uso de leña, a la vez que vierte humos a la atmósfera. Por una parte se extrae agua apta para su potabilización y por otra se vierten aguas servidas.

Si se contabiliza con minuciosidad el costo energético implicado, que se traduce, por lo general, en consumo de combustibles fósiles y el vertido de dióxido de carbono a la atmósfera, se podrá concluir que en tal idílica escena en realidad se verifica un expolio del ambiente y un trastorno en los ciclos biofisícoquímicos propios del ambiente natural. Hay que recordar que este costo energético está implicado tanto en la actividad de construcción del cottage así como en su implementación habitable. También debe repararse que este “hábitat” apartado no es, por cierto, autosuficiente, de manera que hay que agregar a la ya funesta cuenta energética, los costos de traslados de objetos y personas, los que son proporcionales a la distancia de los centros poblados abastecedores.

Tristezas de la condición biológica

Fubar Obfusco  Retretes romanos antiguos en Ostia (s/d)


Vale la pena reflexionar sobre el tipo de sociabilidad desarrollada en ámbitos así dispuestos.

Plumas ajenas: Marc Augé

Jean-Pierre Vernant muestra bien, en su libro Mythe et pensée chez les Grecs, cómo, en la pareja Hestia/Hermes, la primera simboliza el hogar circular situado en el centro de la casa, el espacio cerrado del grupo replegado sobre sí mismo, y de alguna manera la relación consigo misma, mientras que Hermes, dios del umbral y de la puerta, pero también de las encrucijadas y de las entradas a las ciudades, representa el movimiento y la relación con los demás.

(Augé, 1992: 63)

Para entendernos mejor. Hoy: Claustro

Definición
1. Organización típica o tipo habitable constituido por la ocurrencia de un patio, una galería que lo circunda en todo o en parte y una sucesión de estancias o aposentos vinculadas entre sí mediante salidas a la galería o directamente al patio.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 11

Quien alcanza la isla antropógena hace inmediatamente una experiencia acústica: el lugar le suena a los habitantes. Cuando la sabana alrededor está en silencio ocasionalmente, los lugares de acampada dispersos de los homínidos y de los seres humanos primitivos parecen oasis de ruido, en los que reina un estado acústico excepcional. Aunque éste supone para sus habitantes la situación más normal. Esas islas suenan constantemente a sí mismas, constituyen soundscapes de carácter peculiar, están llenas del bullicio de vida de sus miembros, de ruidos de trabajo producidos por el manejo de sus útiles y herramientas, de ese murmullo que ha de acompañar a todas nuestras representaciones. Lo más presente es el sonido casi incesante de las voces; de voces infantiles, que se alegran y gimotean, de voces maternales, que amonestan, consuelan, sugieren, de las voces de los hombres cooperantes, que se animan, aconsejan y asimilan, de las voces de los mayores, que dan órdenes, sentencian, amenazan, se enojan.
(Sloterdijk, 2004: 290s)

Diógenes

John William Waterhouse (1849- 1917) Diógenes (1882)


Hay algo perturbador y heroico en el renunciamiento de Diógenes. Él vive tomando distancia. Ha tomado todas las distancias y entonces piensa.

La mirada constructora

La teoría del habitar debe constituir una “mirada” sobre su objeto, con el fin de construirlo
Es preciso señalar cómo se construye la “mirada” epistemológica o el “asedio” cognoscitivo a una materia vuelta objeto. Doberti y Giordano han esclarecido que la Teoría del Habitar no debe considerarse una descripción de costumbres (Doberti, y Giordano, 2000). Por otra parte, cabe señalar que no se trata de una pura descripción arquitectónica de las cosas habitadas.

Se trata, aquí, de observar, describir e interpretar la relación entablada entre habitantes y lugares.

El lugar burgués

Henri Gervex (1852- 1929) Una noche mundana en 1909 (1909)


El palacio aristocrático ha estallado sin estrépito. Ahora, el salón comedor está disponible para quienes pueden acceder a él mediante el pago del precio necesario de la exclusión. 

Lugar: espacio y tiempo

Este concepto de lugar debe ocupar una atención teórica que desplace la perplejidad por el espacio.
Hay que tener en cuenta que la observación de los lugares, es la observación íntegra de una entidad concreta. Pero la apreciación del espacio resulta sólo de una abstracción, que si bien ha resultado operativa en el desarrollo histórico del pensamiento filosófico y científico de la civilización occidental, no es menos cierto que resulta engañosa, toda vez que omite considerar la importante dimensión temporal.

De lo que se trata, en el fondo, es que los seres humanos habitamos, en principio, los lugares y sólo a través de una escisión abstractiva, nos enfrentamos ya con el espacio, ya con el tiempo.

Claustro intensamente habitado

Emanuel de Witte (1617- 1692) El patio de la Bolsa de Amsterdam (1653)


Se asocia el ámbito del claustro con la calma meditativa. A causa de ello, es notable en este caso cómo hierve la vida comercial en este caso. Lo que hacen las personas en los lugares supone una interesante tensión con la arquitectura que las alberga.

Historia social del habitar

El desarrollo teórico efectivamente llevado a cabo en Teoría del habitar es de naturaleza y conformación casi puramente sincrónicas.
La investigación diacrónica del habitar, operando como un antagonista colaborador, si cabe la locución, ratifica o rectifica lo que, a los ojos de la Teoría, aparece como manifestación del ser de las cosas. Esta manifestación del ser de las cosas del habitar no es únicamente una función de la constitución presente, sino resulta de una tensión —no examinada en toda su magnitud— entre lo efectivamente observado en relación a una cierta deriva histórica.

Esta deriva histórica efectiva es lo que hay que indagar en profundidad y con el rigor del método idóneo.

Para entendernos mejor. Hoy: Villa

Definición
1. Paradigma de habitación compuesto por una construcción residencial exenta situada en un marco paisajístico amplio y propio.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 10

Producir significa profetizar cosas con las manos. Cuando los homínidos comienzan a pulir piedras con piedras o a sujetar piedras a mangos, sus ojos se convierten en testigos de un acontecimiento, del que no hay ejemplo alguno en la vieja naturaleza: experimentan cómo algo se convierte en un ser-ahí que nunca hubo ahí, que no había, que no estaba dado: el utensilio conseguido, el arma destructora, el adorno brillante, el signo comprensible. Como criaturas de producciones con éxito, los utensilios proporcionan a sus creadores el asomo de una gran diferenciación: estos recién llegados al espacio homínido son los mensajeros que anuncian que detrás del estrecho horizonte del entorno hay un espacio de expectativa, por el que afluye hasta nosotros algo nuevo, portador de suerte o de desgracia; algo que algún día se llamará mundo. Por su causa, los quirotopianos comienzan a vislumbrar que son isleños, rodeados por lo inquietante, visitados por lo nuevo, provocados por signos.
(Sloterdijk, 2004: 286)

La humilde choza que anida en el sueño

Adolf Franck (1841- 1929) Familia feliz (1929)


Bachelard ha dedicado no pocas páginas a la humilde choza (humble logis) que parece anidar en un rincón profundo de nuestra memoria. En todos los lugares que efectivamente habitamos, hay un fantasma que nos sigue: un lugar modesto en donde, antes, supimos ser acaso felices.

Dimensiones del lugar

La amplitud de una estancia no puede estimarse con exactitud arquitectónica sin no es atendiendo a los modos en que las energías se distribuyen.
El comportamiento acústico no solo se ve afectado por las dimensiones, sino también por el comportamiento de las superficies y por las posibilidades de modulación de las fuentes. La distribución y manejo del confort térmico depende de los dispositivos de acondicionamiento, del comportamiento térmico de los cerramientos en su interacción con el ambiente y de las actividades desarrolladas en el ámbito. Los pormenores de la situación y proporción de ventanas y fuentes artificiales de iluminación son cruciales para la articulación de zonas diversas en cada estancia.

La medida tridimensional clásica alcanza apenas su eficacia sólo para la estimación del alojamiento de cosas. Pero el alojamiento de la vida humana es algo más complejo que el alojamiento de una simple cosa. Por ello, debe estimarse con exactitud las medidas de amplitud y profundidad que la vida humana demanda de cada estancia.

También el sentido del olfato

Rudolf Ernst (1854- 1932) El perfumista (1932)


Habitamos con todos los sentidos, aunque en nuestra civilización privilegiamos la visión. El olfato tiene algo elemental, animal, primario, instintivo: el perfume de los lugares nos es, a veces, entrañable.

Forma y fin

En principio, podemos entender que la forma es lo manifiesto a priori de un fenómeno, mientras que el fin es inferible, inteligible o verificable a posteriori. Siguiendo esta línea de razonamiento, en el tiempo tanto como en la conciencia, el fin ‘sigue’ o ‘sucede’ a la forma. En lo que toca al habitar, el modo de habitar un lugar se manifiesta en una forma que se cumple o verifica eficazmente en el fin efectivamente alcanzado. Así, la forma de habitar constituiría la causa eficiente del habitar, mientras el fin sería, recíprocamente, la causa final, conclusiva.

Forma/fin, entonces, constituiría el par de los momentos en que puede pensarse un modo de habitar.

Lo que se comenta allá arriba

Antoni Samarra (1886-1914) Por las alturas (1912


Mi mujer dice que puede reconocer a un arquitecto sin ninguna duda: son aquellas personas que pasan mirando hacia lo alto de los edificios. Es que los detalles de estos remates son mensajes en clave que intercambian, discretamente, los integrantes de todos los tiempos de esta Logia.

Palacios para el pueblo

Dicen unos que saben
“En el campo residencial, los palacios y las viviendas comunes se encuentran en las antípodas, compartiendo únicamente su componente habitacional. Por eso, la reunión de ambas tipologías, tradicionalmente incompatibles, genera la sorpresa”
A mí me da por pensar que concebir una arquitectura adecuada, digna y decorosa para el pueblo es tarea noble y oportuna. Otra cosa es concebir la morada popular bajo la impostura de un palacio, pero algo del espíritu dramático de empresas como el Karl Marx Hof en Viena subsiste, en la postmodernidad, como una fría farsa.
Creo que, en el futuro, las clases populares tendrán su marco arquitectónico propio, sin préstamos.
Puede leerse con provecho el artículo entero en

http://urban-networks.blogspot.com/2015/06/el-oximoron-en-arquitectura-de-los.html

Para entendernos mejor: Hoy, Red

Definición
1. Lugar complejo formado por sendas, hitos, cruces y nodos o centros organizado en torno a una o más finalidades. ║ 2. Conjunto estructurado de personas que hace uso del lugar definido en la entrada anterior.

Algunas notas leídas en las esferas de Peter Sloterdijk: De Esferas III. Espumas. 9

Como lanzadores, los seres humanos consiguen su competencia ontológica más importante hasta hoy: la capacidad de actio in distans. Por el lanzamiento podrán tomar distancia de los animales.
A causa de la distancia surge la perspectiva que alberga nuestros proyectos. Toda la improbabilidad del control humano de la realidad se concentra en el gesto de lanzar. Por eso, el quirotopo constituye el campo de acción auténtico y originario, en el que los actores observan habitualmente los resultados de sus lanzamientos.
(Sloterdijk, 2004: 282)

Existencia

William Girometti (1924-1998) Vida en el reflejo de la libertad (1972)


Uno puede pretender entender algo de su propia existencia, frecuentando con esfuerzo las páginas de Ser y tiempo o en las de El ser y la nada. O puede contemplar un largo rato esta afortunada pintura.

La buena vida

En el trasfondo del habitar radica la noción operativa de la buena vida.
No se trata sólo de una idea, de la cual se pueda configurar un concepto acabado, sino de un dispositivo elaborador de constructos que moviliza y orienta las elecciones, prioridades y realizaciones efectivas. Tampoco se trata de un puro ideal, al que cada uno tienda a acomodar la realidad efectiva, sino de un parangón, un instrumento de medida de valor para juzgar tanto el conjunto como cada una de las circunstancias.

La buena vida constituye el trasfondo del sentido del habitar tanto en sus manifestaciones racionalizadoras como en sus dimensiones afectivas.