Plumas ajenas: Cristina Cerrada

Inconsútil
Es la piel de nuestro cuerpo, el uniforme de lo humano. Lo es el cielo, el mar, la cáscara de la cereza, la membrana que envuelve el corazón. El ojo que te ve no es ojo porque tú lo veas, sino porque abarca el mundo, una cosa, en la inconsútil esfera, salada transparencia de una lágrima. Inconsútil tiene la sonoridad de lo envolvente, casi uterino, y sin embargo el diccionario le niega evanescencia o sutilidad. Qué pena. Imagina un mundo sin suturas, como una trama, pero sin principio, medio, fin. La túnica tejida por la madre que no se puede desgarrar. El habitáculo redondo y resbaladizo al que nunca se accedió, del que no se puede salir.

(Cristina Cerrada, 2007)

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