Sueños y recuerdos de la casa

En el fondo de los vericuetos de la psique anidan tanto los sueños como los recuerdos de la casa.
Debe suceder algo análogo con la Arcadia, el locus amoenus que quizá hayamos visitado allá en la infancia. Así, en algún lugar de la mente se alojarían no muy distantes entre sí los recuerdos de la casa en que hemos sido felices y los deseos de un lugar para hallarnos en el mundo. Llegar a esta región de la mente debe ser peliagudo —he consultado a un psicoanalista y me contestó con evasivas—, pero más complicado debe ser separar sueños de recuerdos.

Qué no daría para ingresar, como onironauta, a esas arquitecturas fantasmagóricas.

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