El necesario bullicio de las calles

Jerome Myers (1867- 1940) La pandereta (1905)


Peter Sloterdijk ha destacado el papel que juega el ruido, el bullicio, el parloteo, en la configuración positiva de campanas acústicas que hacen de cada uno un miembro activo de nosotros.

Avecinarse

Poblar los lugares implica no sólo emplazarse, esto es, ocupar un sitio, sino además formar parte de una trama social que allí se establece.
Avecinarse es, entonces tarea gregaria, compartida y solidaria que matiza complicidades y competencias intersubjetivas para dominar sitios físicos y localizaciones sociales.

Sólo cuando esa empresa colectiva ha tenido lugar de modo efectivo, es entonces posible retirarse —siempre relativamente— a la soledad del ámbito íntimo

Estética de la pobreza vs. fealdad de lo empobrecido

Andrew Wyeth (1917- 2009) Alimento de primavera (1967)


Hay que cultivar con empeño una sensibilidad especial para apreciar la belleza de la austeridad. La pobreza no debe resignarse a lo no bello. Es feo lo empobrecido, no así lo pobre.

La mezquindad en arquitectura

Hay una arquitectura empobrecida para pobres.
Como los necesitados no pueden acceder a viviendas adecuadas, dignas y decorosas, debido a los altos costos de las construcciones, las sociedades capitalistas intentan dar “solución” al descubierto “problema de la vivienda popular u obrera” mediante abaratamientos. De estos abaratamientos resultan arquitecturas y conjuntos habitacionales estigmatizados simbólicamente por sus ahorros en el decoro y agraviados también por el dificultoso mantenimiento, con lo que su estado es rápidamente degradado por obsolescencia precoz.

Pero lo peor es el espectáculo de esos agregados pseudourbanos que muestran nuestra más vergonzosa mezquindad. Cuando cunde allí la delincuencia, mandamos a la policía militarizada.

Arquitectura popular

Anafiotika, Atenas


También al mismísimo pie de la Acrópolis puede crecer la arquitectura popular isleña.

Texto y contexto

El sentido del lugar no solo se deja apreciar a través de la metáfora de la semilla en el terreno: también puede entenderse como texto claro en su contexto.
Cada ocurrencia arquitectónica supone un texto, esto es, una estructura compleja de signos que sirve de vehículo a un enunciado con sentido propio en tanto este texto se desarrolla plenamente en un contexto dado.
Dicen las casas populares: Aquí precisamente estamos nosotros, casas y gentes que de esta manera nos damos nuestra fisonomía a la vez que hacemos memoria de nuestro origen y referimos un modo de vivir este lugar.

Las realizaciones vernáculas tienen una especial sabiduría para enunciar esto de la manera adecuada en el lugar concreto.

Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (II)

3. Desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos en Vancouver en 1976 y en Estambul en 1996, y la aprobación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, hemos constatado mejoras en la calidad de vida de millones de habitantes de las zonas urbanas, entre ellos los habitantes de barrios marginales y asentamientos informales. No obstante, la persistencia de múltiples formas de pobreza, las desigualdades crecientes y la degradación ambiental siguen siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo sostenible en todo el mundo, siendo con frecuencia la exclusión social y económica y la segregación espacial una realidad irrefutable en las ciudades y los asentamientos humanos.  
Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

Se afirma en este documento y conviene repetirlo:
…hemos constatado mejoras en la calidad de vida de millones de habitantes de las zonas urbanas, entre ellos los habitantes de barrios marginales y asentamientos informales.
Convendría aclarar cuáles son estas mejoras y si la afirmación citada equivale, necesariamente, a decir en nuestras ciudades ha mejorado la calidad de vida, tanto para su conjunto global, así como a la situación de los barrios marginales y asentamientos informales. Puede suceder que la primera declaración resulte más o menos cierta, mas no lo sea la segunda expresión. Ahora bien, ¿Cuál es la declaración que nos debería dejar relativamente satisfechos si las cosas se hubiesen desarrollado en la dirección correcta, justa y progresista?
¿No será acaso que la exclusión social y económica y la segregación espacial son causas impuestas por la base material de la vida social actual que dan lugar, como consecuencia, a la persistencia de múltiples formas de pobreza, las desigualdades crecientes y la degradación ambiental y que a su vez se expresan en las ciudades en que vivimos, con todas sus contradicciones e insostenibilidades?


Cuestiones de apertura (36)

¿Cómo es que se han rearticulado las relaciones entre los habitantes y el trabajo doméstico?

Una arquitectura propia de un allí

Carl Frederic Aagaard (1833- 1895) Vista de la costa de Amalfi (s/f)


No es posible infligirle a un paisaje como éste la afrenta de negarlo en una hoja en blanco. Sólo cabe dejar que los soportales de la pérgola crezcan desde su rocoso origen hasta alcanzar las enramadas a la altura justa.

El sentido del lugar

Hay ciertas fantasías que alimentan ciertas ensoñaciones.
Una de ellas quiere que del lugar brote, como si fuese de una semilla, la obra arquitectónica que aquél merece. Generalmente, los arquitectos operan nihilizando el lugar, haciéndolo equivalente a una plana superficie en blanco, que mucho se parece, por lo demás. a una hoja de papel. Así uno se olvida por un momento de las particularidades orográficas y los accidentes naturales que le dan carácter. A veces este “momento” dura incluso hasta la ocasión del replanteo, cuando comienzan las obras, con lo que se producen enojosos descubrimientos de última hora.

Distinto sería proyectar en el terreno mismo, observando cómo de los distintos puntos emergen las directivas que señalan el camino a la arquitectura del lugar.

Lugares apropiados por la vida

Stanisław Bergman (1862-1930) Retrato de mi esposa (1900)

No hay intersticio que no se vivifique vibrante de vida con la más nimia implementación habitable.


Plumas ajenas: Santiago de Molina

Lo más interesante de la arquitectura aparece en los márgenes. Cuando pasa a ser propiedad de la vida...

Santiago de Molina, 2015

De todas las villa, la villa

Andrea Palladio (1508- 1580) Villa Capra “La Rotonda” (1569)

Palladio plantea el problema en términos claros: se trata de insertar una forma sólida, una construcción geométrica y volumétrica, en un espacio natural que es distinto en cada ocasión, y de encontrar entre estas dos realidades... una relación de armonía e incluso de perfecta equivalencia.

Giulio Carlo Argan, 1976

Deseos de villa

Sucede en ocasiones en que a ciertos ciudadanos pudientes les afecta el ansia de tomar distancia de la ajetreada vida urbana y entonces configuran a su modo el deseo de habitar una villa en el campo.
Así, residiendo en palacios ciudadanos y sometiéndose a la etiqueta correspondiente, la vida urbana supone a veces un conjunto de constricciones que se vuelven algo penosas. Por ello, anida en el fondo de las almas un deseo profundo de distanciarse, en primer lugar y luego aflojar el semblante, el gesto y la investidura.

Siguiendo atentamente tales directivas, Andrea Palladio propone el modo noble de habitar volcado a todas las direcciones del campo, en condición exenta. No se conforma con realizar los convenientes proyectos particulares; origina los más célebres paradigmas arquitectónicos de su clase

Lucha ciudadana

André Devambez (1867- 1944) La barricada (Comuna de París) (1911)


No han luchado en vano.

Activismo social en el paisaje ciudadano

El derecho a la ciudad es mucho más que la libertad individual de acceder a los recursos urbanos: se trata del derecho a cambiarnos a nosotros mismos cambiando la ciudad.

David Harvey, 2011

Comentarios preliminares sobre la Nueva Agenda Urbana (I)

2. Según previsiones, la población urbana mundial prácticamente se duplicará para el año 2050, lo que hará de la urbanización una de las tendencias más transformadoras en el siglo XXI. Las poblaciones, las actividades económicas, las interacciones entre lo social y lo cultural, así como las repercusiones ambientales y humanitarias se concentran cada vez más en las ciudades, y ello plantea enormes problemas de sostenibilidad en materia de vivienda, infraestructura, servicios básicos, seguridad alimentaria, salud, educación, empleos decentes, seguridad y recursos naturales, entre otros.
Nueva Agenda Urbana
Declaración de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)

El texto de referencia recorta, a mi juicio  equívocamente, el problema.
La urbanización es un aspecto sin duda importante del problema más global que ha de encararse en sus propios términos: el habitar humano en todas sus escalas, de todas las personas y en todas las modalidades en que se desarrolla. No pueden ni omitirse, ni soslayarse, ni menos aún ningunearse los problemas del habitar que se desarrollan en los ámbitos periurbanos, rurales u en otros ámbitos territoriales no urbanos, tales como son, a título de ejemplo los hábitats particularmente configurados de pueblos originarios.
No es este un problema menor, ya que de la enunciación de un problema se originan tanto las presuntas soluciones, así como las insuficiencias del pensamiento. La cuestión del habitar es, con mucho, la cuestión a debatir aún antes de reconocer problemas propios de la urbanización.
Por otra parte, la concentración poblacional, la hegemonía de una economía que opera desde las ciudades, la confrontación sociedad/cultura allí concretamente localizada, y sus externalidades ambientales y humanitarias son apenas emergentes de una cuestión más vasta que la urbanización en sí misma. Se trata de procesos que afectan, en principio, la base material del desenvolvimiento de la sociedad en todos sus aspectos, con repercusiones y condiciones impuestas a la estructura sociopolítica y con la afectación general de las representaciones en las ideologías y las concepciones. Las determinaciones específicamente urbanas son casos específicos aunque particulares, que no pueden ser abordados sino desde su carácter sistémico.
Por último, de un problema así recortado es esperable que la enunciación de problemas específicos no sea más que una enumeración parcial y sesgada: en todo caso, insuficiente y, muy probablemente, inconsistente.


Cuestiones de apertura (35)

La domótica promete la proliferación de ingenios capaces de controlar la gestión ambiental de la casa desde donde estemos en cada circunstancia.

¿Constituye la domótica la novedad distintiva de nuestro habitar próximo futuro?

Medidas colosales

Giovanni Batttista Piranesi (1720- 1778) Vista del interior del Panteón (1756)

En la arquitectura romana domina un talante proclive a un proporcionado magnífico de los elementos constructivos entre sí y una desmesura con respecto a los humildes mortales.


Medida y tamaño

El esteta italiano Gillo Dorfles, ha definido la arquitectura como el arte de la medida. Ronald Barthes, por su parte, dice que es el arte del tamaño de las cosas.
Evidentemente no son definiciones coincidentes. Y es lástima no poder presenciar una discusión entre ellos para aclararlo.
Santiago de Molina, 2009
Convengamos: la distinción entre medida y tamaño es sutil. Convengamos también: las dos caracterizaciones son parciales, por una parte y no necesariamente antitéticas, por otra.
En principio parece que cuando uno mide cuantifica. Cuenta cuántos patrones caben en una determinada extensión. Estrictamente, verifica ciertas matemáticas congruencias. En un sentido lato, la medida se vuelca en cordura, prudencia, moderación.
Por su parte, cuando uno aprecia un tamaño califica. El patrón de referencia tiene un valor que es mucho más importante que un cómodo módulo convencional. Tam magnus es, quizá, una expresión para lo desmedido.

Cuando Le Corbusier abordó estas cuestiones, pretendió, con su Modulor, resolver, a la vez, el problema de la cordura en las medidas y la cuestión del tamaño conforme a las medidas del hombre. Se equivocó y a la vez señaló un problema crucial para el diseño arquitectónico.

Arquitecturas membranosas

Salvador Dalí (1904- 1989). Geopoliticus Child Watching the Birth of the New Man, (1943)


Hay que operar extendiendo las arquitecturas membranosas del cuerpo vivo para llegar a rozar el suelo, los paramentos y la cubierta del edificio que lo alberga

La arquitectura de las moradas del cuerpo

La utilidad se conseguirá con la oportuna situación de las partes, de modo que no haya impedimento en el uso…
Vitruvio, I.3

Para Vitruvio se trata, en cierta forma, de ahuecar la construcción para liberar la posibilidad del uso. Dicho de otra forma, primero se construye y luego se realiza la acción del uso, que la prudencia del constructor ha entrevisto.
Aquí, la utilidad se deja concebir de una manera positiva: dimensiones, proporciones y composiciones se elucubran en derredor de las coreografías del cuerpo. Esta segunda alternativa pone la atención, primero, en el cuerpo, sus movimientos, sus gestos y las condiciones que permiten mejor desarrollarse; y sólo luego se construye alrededor.

De manera que las arquitecturas de las moradas del cuerpo son las tensiones equilibradas en estructuras que informan a la materia construida.

Arquitectura del vacío

Etienne-Louis Boullée (1728- 1799) Cenotafio a Newton (1784)

No todas las arquitecturas tienen, necesariamente, una vocación de plenitud de vida. También hay arquitecturas del vacío, por cierto magníficas en su diseño y hay algunas, incluso, que llegan a construirse. Por ello Boullée incurre en un cenotafio, esto es, una tumba vacía que rinde homenaje al prohombre de la Física.

Pero puestos a elegir, aquí preferimos la arquitectura no necesariamente magnífica pero sí henchidas de palpitante existencia humana

Plumas ajenas: Lao Tsé

Treinta radios convergen en el centro de una rueda,
pero es su vacío lo que hace útil al carro.
Se moldea la arcilla para hacer la vasija,
pero de su vacío depende el uso de la vasija.
Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa,
y es el vacío lo que permite habitaría.
En el ser centramos nuestro interés,
pero del no-ser depende la utilidad.

Lao Tsé, Tao Te Ching,

Artículo recomendado

Véase este interesante artículo, referido a Hábitat III:
http://elpais.com/elpais/2016/11/10/seres_urbanos/1478767051_442355.html

Inmediata identificación

Albert Emil Kirchner (1813- 1885) Vista de Florencia (1865)


En este caso, el emblema urbano tiene dos componentes en contrapunto.

Emblemas

Existen objetos arquitectónicos singulares que se vuelven emblemas de ciertas ciudades.
Por lo general son objetos que destacan en su contexto, pero a la vez, lo tiñen de una peculiar fisonomía. Por lo general, adoptan su papel luego de un proceso histórico cultural relativamente extenso, en donde el afecto ciudadano les va dejando una pátina particular.

Por esa razón debería controlarse el impulso que deja proliferar objetos singulares por doquier, dejando  a la ciudad desconcertada sin saber dónde concentrar atención, identidad, memoria y referencia.

Reaperturas


El dirigente histórico del Partido Socialista del Uruguay, José Pedro Cardozo, reabre la Casa del Pueblo, sede del partido, clausurada por la dictadura cívico-militar.

Tapiar y condenar

En la habitación de las construcciones existen dos modos de negar los vanos o huecos de puertas y ventanas.
Por una parte, se puede tapiar, esto es, completar el muro ocluyendo el hueco. Es frecuente que se haga para prevenir la entrada de intrusos en las fincas abandonadas. Tapiar puertas y ventanas tiene algo de violento y agresivo: allí donde podían pasar personas y miradas se impone la constipación del muro.
La otra solución es ignorar el hueco, lo que es condenar una puerta o ventana a una continua pero revocable cerrazón. Sucede en las casas del Novecientos en que todas las habitaciones, en largas hileras, se atravesaban por una enfilada de puertas, comunicando una pieza o cuarto con los contiguos. Cuando no es conveniente permitir el paso, la puerta se condena no sólo por el cierre prolongado de sus hojas, sino que es común que se interponga algún mueble en el antiguo paso.

La eventual reapertura del vano, operación por lo general gozosa, inaugural y esperanzadora puede ser expeditiva y casi nimia en el caso de la condena y puede, en el tapiado, ser un caso de épica piqueta.

Incursión leve y furtiva

Jehan Georges Vibert (1840-1902) Un vistazo furtivo (s/f)


Hay en los lugares una compleja red de discretos pasadizos por los que avanzan los enamorados, que siempre tienen algo de ladrón en sus incursiones.

Erótica del habitar

Peter Sloterdijk ha señalado una dimensión de los lugares que se desarrolla en una zona de especial interacción humana. A esta dimensión la denomina erototópica, esto es, la dimensión del campo o domino de deseos humanos.
Tengo para mí que es una dimensión que aproxima o distancia a los sujetos según unas tramas discretas y sustraídas a la dimensión nomotópica función del ejercicio del poder que genera orden social.
Pienso en resquicios, en pasadizos, en lugares residuales en donde se cruzan, furtivas y cómplices las miradas de quienes, no siempre sin escándalo, subvierten el Orden. Quizá los lugares tengan ciertas porosidades, grietas o ciertos atajos, diferentes en todo a las sendas en el dédalo de las ciudades, en donde se libran aleves avances y huidas, complicidades y competencias, amores y celos.

La dimensión erototópica, entonces, es doblemente desafiante: por su furtividad y levedad. Sin embargo, no hay modo de ignorarla en la arquitectura profunda de los lugares.

Variantes sociales del decoro

Eugène Galien-Laloue (1854- 1941) Alimentando a los pollos (1941)


El decoro no debe confundirse necesariamente y en todos los casos con el empaque burgués. El decoro es aquel aspecto arquitectónico que expresa el carácter y destino de las construcciones.

La libertad humana y el decoro

Nuestra Constitución afirma que Todo habitante de la República tiene derecho a gozar de vivienda decorosa.
Hay que remarcar aquí el adjetivo: decorosa. El decoro es Nivel mínimo de calidad de vida para que la dignidad de alguien no sufra menoscabo, según la Real Academia.  También es la Parte de la arquitectura que enseña a dar a los edificios el aspecto y propiedad que les corresponde según sus destinos respectivos, según la misma fuente. Toda vez que nuestra legislación ha suscrito las declaraciones internacionales acerca de la vivienda, puede entenderse que el decoro completa una tríada de especificaciones que mencionan también a la adecuación y a la dignidad. El principio que sustenta la reivindicación de decoro en la vivienda es el de la libertad humana, la que supone una digna ausencia de constricciones de la pura necesidad.

Para ser libres es que tenemos derecho a lugares para habitar decorosos.

Opciones profesionales

Alejandro Aravena Proyecto de viviendas de interés social

En un artículo (“Cinco lecciones para la ciudad del futuro”), publicado en El País de Madrid1 por el arquitecto chileno Alejandro Aravena, distinguido en 2016 con el premio Pritzker, se puede leer:

De los 3.000 millones de personas que viven hoy en ciudades, 1.000 millones están bajo el umbral de la pobreza; de los 5.000 millones que habrá en las próximas décadas, 2.000 millones estarán en esa situación. Eso significa que deberíamos construir una ciudad de un millón de habitantes por semana con 10.000 dólares por familia. Si no resolvemos esta ecuación, vivirán en condiciones inaceptables, la inequidad será una realidad y el resentimiento y la rabia se instalarán como una bomba de tiempo social en las periferias urbanas.

Según esta proyección la proporción de pobres pasará indefectiblemente de un 33% a un 40%. Esto es singularmente grave por tres razones:
  • nadie hará nada por disminuir la pobreza, sino que se conformará con presenciar resignado su incremento,
  • todo lo que tiene que hacer un arquitecto al respecto es abaratar los costos y
  • hay un arquitecto que piensa que es pertinente y necesario construir una ciudad de un millón de habitantes con 10000 dólares por familia.


Ante ello cabe pensar que:
  1. Si nuestro proceso de cambio social lleva al incremento de la pobreza, deberemos, hoy, cambiar ese rumbo, ya que es injusto, insostenible e indeseable.
  2. No se trata únicamente de luchar contra la pobreza, sino de luchar por el incremento cultural en la conciencia social, que, entre otras cuestiones deberá evolucionar positivamente en los modos sociales más justos, sostenibles y deseables de producir ciudades y también producir los modos de habitarlas.
  3. Quizá algunos arquitectos podrían considerar otras alternativas, tales como el desarrollo consecuente de la indagación científica en el habitar humano, la superación de la prehistoria social y la producción de una arquitectura viva, al servicio de un nuevo habitar social.
  4. Podría aclararse cómo es que la ciudad se desarrolla, con una altísima inversión social concertada y que no provee, indefectiblemente, soluciones abaratadas para pobres, sino que redistribuye progresivamente la riqueza para ofrecer una hábitat integrado que desarrolle lugares adecuados, dignos y decorosos para habitar para todos y cada uno de los ciudadanos.
  5. Es hoy que millones de personas que viven en condiciones inaceptables. De lo que se trata es de encontrar las respuestas sociales, económicas, arquitectónicas y urbanísticas para que puedan pasar a vivir en reales condiciones aceptables y no, por cierto, en ghettos infamantes.
  6. Es hoy que la inequidad es una realidad y es hoy que el resentimiento, la rabia y la segregación socioespacial son bombas de tiempo en el interior de nuestras ciudades.


1 http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/25/babelia/1477403562_316562.html


Los materiales para la casa

Mikhail Davivovich Ntarevich (1907- 1979) Renacimiento (1947)


No se trata sólo de la madera. Es necesario considerar, en principio, a la mujer, su hijo, el hombre, el lugar, la proyección al futuro, el nuevo origen de todos los lugares. Es con cosas así que se construye una casa.

Plumas ajenas: Santiago de Molina

Desde la casa, el hombre se asoma al mundo. La casa es el origen de cada viaje: de todos los viajes. La casa es, pues, ese invento humano al que uno vuelve, como un Ulises a su Ítaca, como un toxicómano reincidente. O como un sonámbulo. Esto se debe a que en la estructura mítica de la casa se encierra el mito de volver a ella. Hasta el punto que se podría definir la casa como aquello a lo que volvemos bajo la implícita promesa de la protección.
Sin la casa no hay ni viaje ni viajero posible.

Santiago de Molina, 2015

Artículo recomendado

Siempre es bueno tener noticia de lo que publica un colega arquitecto. Mejor si ha merecido el premio Pritzker en 2016.
Véase
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/25/babelia/1477403562_316562.html

Se esperan comentarios, ¡anímense!

Cuestiones de apertura (33)

¿Cuáles son los valores comúnmente considerados en arquitectura?

¿Cuáles serían valores alternativos a considerar en una axiología propia del Habitar?

Una larga marcha

Peder Severin Krøyer (1851- 1909) Trabajadores en el barranco (1879)


Se han puesto a marchar. Seguirán marchando hasta que consigan viviendas adecuadas y dignas, hasta que consigan lugares de trabajo también adecuados y dignos. No se han detenido todavía, porque falta mucho por alcanzar.

La solidaridad humana y la dignidad

Se ha consolidado en la conciencia social el derecho a viviendas dignas.
Para las Naciones Unidas, el derecho a la vivienda no puede considerarse un simple derecho a un mero cobijo sino que se reivindica el derecho a vivir en seguridad, paz y dignidad. Es que no vivimos como agregados de individuos sino que nos implicamos mutuamente en tramas solidarias. Por ello, el principio superior de la solidaridad humana fundamenta nuestra demanda de lugares dignos para vivir.

De esta manera, tras la adecuación y dignidad de los lugares que habitamos yacen, respectivamente, los principios superiores de igualdad y solidaridad

Nada extraño y sin embargo

Vilhelm Hammershøi (1864- 1916) Interior (1890)


Es, por cierto, una escena depurada, con un mínimo de elementos. Pero lo cierto es que cada uno de ellos ha recorrido un largo e intrincado camino para llegar precisamente allí. Por no hablar del largo proceso en la historia del arte para llegar a mover la mano del pintor de esa manera y sobre este material sensible.

Ejercicio de perplejidad

Un ejercicio: levantar la vista. Seguramente nada es inhabitual.
Santiago de Molina, 2014
Y sin embargo...
Todas y cada una de las cosas que ha llegado a nuestra proximidad ha recorrido unos largos caminos, unos complejos procesos productivos, un intrincado proceso de distribución y adquisición, hasta posarse allí, al alcance de la mano.
Por otra parte, hay mucho más dilatados procesos históricos detrás de cada uno de nuestros gestos, de nuestro comercio con las cosas de vivir. Modos de sentarse o yacer, maneras de comer y beber, modalidades del cuidado del cuerpo… Atrás de cada uno de estos aspectos de nuestra vida han llegado desde un lejano pasado a constituirse en su conformación actual.

Al levantar la vista, por lo general, nada resulta inhabitual, pero no obstante se puede ver extraño.

Lugares donde hierven las ideas por las que luchar

Johann Hamza (1850- 1927) Las modistas (1902)


No sólo se trata de trabajo. También es el lugar en donde se concentran los agentes sociales que saldrán un día a la calle a reivindicar sus derechos, entre ellos, el derecho a lugares de trabajo adecuados.

La igualdad humana y la adecuación

La demanda social por la adecuación del hábitat se origina en la esencial y específica igualdad entre los seres humanos.
El principio ético y político de la igualdad promueve el imperativo de la consecución para todos y cada uno un lugar adecuado para habitar. No se restringe a una vivienda adecuada, sino que se entiende comprendido en la totalidad del sistema de lugares que todos habitamos tanto en nuestra morada como fuera de ella. En la conciencia social y política, definir las condiciones adecuadas para la residencia, el trabajo, el estudio, el consumo y todo otro aspecto de la vida social es asegurar umbrales mínimos de suficiencia y estándares de desempeño con respecto a una configuración genérica de la humanidad.

El derecho a lugares adecuados para habitar es un aspecto importante —aunque no excluyente— de nuestro derecho humano a habitar.