Si
uno abordara un inventario minucioso de todos y cada uno de los objetos que nos
acompañan en el lugar en que vivimos, deberíamos adoptar un talante como el del
escritor francés Georges Perec.
Atrás
de cada trasto hay una historia, una razón/sinrazón para una elección,
adquisición, uso y depósito. El inventario resultaría quizá atroz en su
extensión, pero revelaría la historia menuda, cotidiana y sucia de nuestras
existencias dominadas por la idea de encontrar cada-objeto-para-su-función.
Argumentos: es una historia tan menuda como la contextura trivial de las cosas,
tan cotidiana, que se superpone punto por punto con la crónica vital, tan
sucia, porque opera desmoronando todo orden o jerarquía.
No
son sólo la pereza o la sospecha de futilidad las razones que nos desalientan
para realizar tal inventario; es un ligero terror de ver de cerca cómo
acumulamos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario