En el ejercicio profesional de la arquitectura actual
domina una actitud que desdeña el estudio pormenorizado del lugar en donde se
insertará un nuevo proyecto.
Los diversos proyectos y obras parecen tener origen en la
mesa de estudio del arquitecto, cuando, por muchas razones, sería preferible
que proyectos y obras tuvieran iniciación en cada lugar en que ocurren. Las
ideas arquitectónicas parecen emanar de recuerdos o añoranzas de naturaleza
autobiográfica del arquitecto, antes que enunciados del propio solar, en donde
la obra enraíza. Una obra arquitectónica siempre es una novedad en cada lugar,
por cierto, pero esto no quiere decir que deba ser una intromisión, sino un producto legítimo de la tierra, el cielo y el
horizonte de un lugar.
La región y sus habitantes exigen a justo título su
arquitectura propia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario