1.
Habitación destinada al descanso, al retiro y a la interacción sexual.║ 2.
Aposento equipado para el desarrollo cómodo
y reservado de estas funciones.
Comentario
El
lugar de la alcoba, desde el origen más remoto parece ser un ámbito
especialmente protegido. El término árabe del que proviene la voz alcoba
designa una bóveda o cúpula, esto es, en todo caso, un lugar abrigado en su
forma más elemental. Se emparenta con las madrigueras animales. La función
principal que se alude en la voz dormitorio aparece como un eufemismo, ya que
la alcoba también es un recinto íntimo apto para el retiro y la interacción
sexual. En el sentido más preciso del término que se busca aquí, una alcoba es
la habitación o la estancia que, por excelencia, aloja a una pareja humana como
tal.
La
actitud corporal dominante es la yacente relajada: el lecho constituye un
centro funcional y compositivo para el conjunto de rituales conexos (cambio de
vestimenta, arreglo personal, almacenamiento de útiles al efecto).
En
general y en la actualidad, la cama doble constituye un centro compositivo
alrededor del cual se organiza los tránsitos y actividades conexas. En este
sentido, el espacio de la alcoba se ha reducido a un mero dormitorio conyugal
con un espacio y equipamiento aptos para el depósito de ropa blanca y
vestimentas.
Constituye
un lugar íntimo reservado para la pareja principal del hogar y suele situarse
en la región privada de la casa. Su puerta cierra un ámbito íntimo vedado en
general a los demás.
Los
rituales del descanso exigen una adecuada insonorización, un lecho confortable,
y una temperatura regulada con precisión. Similares condiciones se exigen para
la interacción sexual. En la alcoba tienen lugar, además los más radicales
cambios de vestuario: en las casas ricamente articuladas suele contarse con un
vestidor como ámbito conexo, aunque diferenciado. En un principio, la alcoba
constituía un edículo térmico que preservaba del frío del resto de los ámbitos;
con la difusión e intensificación del control artificial del clima, la alcoba
deviene en habitación dormitorio, aunque con especiales características.
Por
razones higiénicas, es ineludible contar con ventilación, aunque con control de
luminosidad, intrusiones de polvo y preservación de la intimidad.
En
cuanto a la ocupación en el tiempo, la función de descanso suele desarrollarse
por la noche, aunque la no menos importante función del retiro íntimo puede
llevarse a cabo tanto como se desee. Por la mañana suele constituir un lugar
abierto a la luz y a la ventilación, escenario de las labores de mantenimiento
higiénico.
En
general, se sitúa la alcoba en la porción más recóndita, tranquila, segura y
reservada de la casa, en un emplazamiento que cuente con ventilación natural al
exterior. En casas de dos o más plantas, es frecuente que se sitúe en la
primera planta alta. Era acostumbrado que su situación en la fachada fuera
relativamente enfatizada. En algunos casos cuenta con el anexo de balcones o
terrazas privadas, que extienden el ámbito íntimo más allá de la fachada.
Ilustraciones
Pieter de Hooch
(1629-1684) El dormitorio (1660)
Ha sido un largo proceso histórico que
llevó de la arquitectura de la cámara
o la alcoba a la del moderno dormitorio. El lugar del sueño sigue
teniendo un cariz particular, pero hay que meditar en qué palabras usamos, qué
significado tienen y con qué referentes locativos nos las habemos.
Albert Weisgerber
(1878- 1915) El sueño (1907)
¡Qué indefensión hay en el abandono
del sueño! Por ello, buscamos el lugar más recóndito de nuestra madriguera para
relajarnos y descansar.
Emmery Rondhal
(1858-1914) Las órdenes del doctor
(1882)
El término dormitorio es una
sobresimplificación del sentido de la cámara o alcoba. Se trata también del
lugar de reposo, a fin de recuperar la salud. Se trata en todo caso de un
recinto íntimo con múltiples significados. Los ámbitos habitados tienen derecho
al nombre propio.
Henri Gervex (1852-
1929) Rolla (1878)
El término dormitorio encubre, con
pudibundez, las imperiosas implementaciones apasionadas del lecho. El término
alcoba es, como he insistido más de una vez, más expresivo: todas las cosas y
todos los lugares tienen la dignidad del nombre propio.
Paul Paede (1868-
1929) Muchacha desnuda en la ventana (1913)
Las alcobas son aquellos lugares en
donde apenas se filtra la luz tras las ventanas y donde las plantas desnudas
gustan hollar las alfombras. En la penumbra abrigada es donde palpita el deseo.
Hermann Sondermann
(1832- 1901) Alcoba en una casa de campo
(1886)
Cuando el clima es riguroso y el
acondicionamiento de la morada deja que desear, el sueño se arropa con todo lo
que se puede.
Véase también
Cámara
No hay comentarios.:
Publicar un comentario