Definición
1.
Habitación destinada al alojamiento temporario y cómodo en un establecimiento
organizado para esta función. ║ 2. Ámbito hotelero destinado al alojamiento de
pasajeros.
La
habitación donde se alojan los pasajeros supone un ámbito especialmente
importante y definidor de una organización hotelera.
Comentario
Siendo
el alojamiento temporario el principal cometido de un hotel, sus habitaciones
constituyen sendos centros de organización cuyas principales funciones son el
descanso y la reserva de la intimidad de los pasajeros. La categoría y carácter
de la institución hotelera se denota principalmente en la calidad y naturaleza
de los servicios brindados en las habitaciones.
Estas
habitaciones están organizadas en torno al lecho, cuyas dimensiones y confort
son críticos para la percepción subjetiva de la calidad del lugar, junto a la
adecuada insonorización y la adecuada regulación de la temperatura y la
ventilación. Según la categoría del hotel, la habitación será más o menos
holgada, desde una simple habitación con baño privado hasta una suite que
articula en su interior una habitación doble con baño privado y con la
disponibilidad de una sala de estar propia.
Más
allá de la relativa holgura dada por su categoría es requisito insoslayable la
limpieza tanto objetiva como subjetiva. Las instalaciones hoteleras no sólo
deben estar efectivamente limpias, sino también ofrecer un aspecto perceptible
de su condición. Gran parte de la labor hotelera consiste en garantizar el
orden y limpieza de todas las instalaciones, a través de una planificación
metódica de las tareas, realizadas en una forma discreta en su desarrollo y
manifiesta en sus resultados.
En
general, los hoteles buscan ofrecer una habitación en consonancia con las
expectativas de su público objetivo y que ofrezca algunos aspectos que superen
algunas de estas confianzas. En general, resultan impersonales, dado que la
disposición general de los equipamientos y utensilios se sistematiza a efectos
de su eficiente mantenimiento.
Si
bien cada habitación hotelera es mantenida por todo un equipo de servicio, la
proyección social dominante es la privada de sus pasajeros.
En
general, los pasajeros adoptan rituales similares a los acostumbrados en sus
domicilios, aunque la conciencia de habitar un lugar extraño también forma
parte de la implementación de una habitación hotelera. Cada hotel se implanta
en un lugar propio que ofrece sus peculiares características, las que son
especialmente apreciadas por los pasajeros. La disponibilidad de vistas
interesantes desde las habitaciones es un aspecto importante del valor de la
estancia. También lo es la relación amplia entre el ambiente propio del hotel
en su relación con el ambiente circundante.
Desde
el punto de vista funcional, una habitación hotelera simple o básica asimila su
operación a una alcoba o cámara. Por lo general cuentan con un baño anexo. Sin
embargo, existen particularidades en lo que toca a su disposición y
mantenimiento que suelen ser mucho más sistemáticos y racionalizados que en el
ámbito doméstico. Cuando se trata de una suite suele tener dos ámbitos
diferenciados: uno de ellos destinado al descanso y otro equipado como una sala
de estar. El servicio hotelero se ocupa integralmente del mantenimiento y de la
higiene de la habitación. La categoría y el costo relativo de los servicios del
hotel se encuentran precisamente estratificados, siendo común tanto la
calificación general del establecimiento como la diferenciación de tipos de
habitación en un mismo hotel.
En
general, la disposición de equipamientos y útiles se planifica de modo de
tender a ofrecer un conjunto ligeramente mejor que las disposiciones a las que
los pasajeros-objetivo acostumbran. El asegurar cómodas y holgadas camas es un
punto tenido por crítico. Quizá el punto siguiente en orden de importancia
relativa es la de asegurar con eficiencia una limpieza ostensible, realizada en
tiempos y costos óptimos.
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