Hay
una arquitectura empobrecida para pobres.
Como
los necesitados no pueden acceder a viviendas adecuadas, dignas y decorosas,
debido a los altos costos de las construcciones, las sociedades capitalistas
intentan dar “solución” al descubierto “problema de la vivienda popular u
obrera” mediante abaratamientos. De estos abaratamientos resultan arquitecturas
y conjuntos habitacionales estigmatizados simbólicamente por sus ahorros en el
decoro y agraviados también por el dificultoso mantenimiento, con lo que su
estado es rápidamente degradado por obsolescencia precoz.
Pero
lo peor es el espectáculo de esos agregados pseudourbanos que muestran nuestra
más vergonzosa mezquindad. Cuando cunde allí la delincuencia, mandamos a la
policía militarizada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario