11. Compartimos el ideal de una
ciudad para todos, en cuanto a la igualdad en el uso y el disfrute de las
ciudades y los asentamientos humanos, buscando promover la integración y
garantizar que todos los habitantes, tanto de las generaciones presentes como
futuras, sin discriminación de ningún tipo, puedan crear ciudades y
asentamientos humanos justos, seguros, sanos, accesibles, asequibles, resilientes
y sostenibles, y habitar en ellos, a fin de promover la prosperidad y la
calidad de vida para todos. Tomamos nota de los esfuerzos de algunos gobiernos
nacionales y locales para consagrar este ideal, conocido como “el derecho a la
ciudad”, en sus leyes, declaraciones políticas y cartas.
Nueva
Agenda Urbana
Declaración
de Quito sobre Ciudades y Asentamientos
Humanos
Sostenibles para Todos, 2016 (Hábitat III)
No se
trata de ideales, se trata de realidades que será forzoso hacer posibles.
De
una sociedad que en verdad sea para todos, que desarrolla una economía para
todos, entonces se desarrollan las condiciones para una verdadera ciudad para
todos o, mejor aún, un hábitat para todos.
Sólo
con la más amplia participación política popular se conseguirá no sólo la
igualdad en el uso y el disfrute de las ciudades, sino la autoconstrucción de
éstas como comunidades de poblamiento. Este aspecto de autoorganización
política participativa está, significativamente, omitido.
Puede
que, en vez de proliferar en especificaciones, se pueda resumir una meta
posible y pertinente: desarrollar lugares para vivir adecuados, dignos y
decorosos para todos sin excepción y en forma integrada y generalizada. Pero
esta formulación, si se repasa con cuidado, no es equivalente a la de la NAU.
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