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Retroceder

El desarrollo pacífico de las cuestiones del vivir quiere que avancemos. Sin embargo, aquí y allá se presentan circunstancias que nos obligan —siempre aquejados de contrariedad— a retroceder.
Puede ser una infame cobardía al huir o una acción informada por la sabia prudencia. Retroceder implica abandonar una posición alcanzada, retirarse de ese lugar, volver sobre los pasos, replegarse la acción. Retroceder es perder, ceder, rendirse. También implica retirarse.

Para la vida tranquila y dichosa, todos los itinerarios son de ida. Para la vida real, en el fondo, siempre se vuelve.

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