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Genius loci redivivo

Una de las pocas certezas que tiene hoy la arquitectura sobre el contexto es esta: si una obra no se ocupa del lugar, ya se encarga el lugar de ocuparse de la obra.
Santiago de Molina, 2016

Hubo un tiempo en que había que tomarse con cautela la habitación de un determinado sitio.
Es que un solar, por desocupado que estuviese de cualquier construcción, nunca estaba vacío. Cada lugar estaba ocupado por un genio, por una entidad con la cual era preceptivo congraciarse antes de avanzar en la ocupación. Los antiguos romanos solían realizar ofrendas votivas que oficiaban como una petición de permiso para irrumpir.
En estos tiempos de poca fe, aún los solares con construcciones con valor histórico suelen asumirse meros espacios vacuos liberados a la voluntad prepotente del advenedizo. Pero los lugares no están vacíos, tiene cada uno de ellos una peculiar contextura que haríamos bien en considerar.

Ya no se trata de una creencia pagana, ahora es necesario ejercer el buen sentido en los lugares en que pidamos permiso para habitar.

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