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Habitar y festividad

Johan Braakensiek (1858- 1940) Hartjesdag (1929)

La fiesta se define como el exceso en contra del orden
Roque Piedra, 2002

La fiesta es un hecho social total, de expresión ritual y simbólica, sagrada y profana, vinculada a las identidades colectivas, estructuradora del calendario y del espacio
José Ignacio Homobono, 2004

Puede que en tiempos en que conseguir comida no fuera algo tan corriente, regular y cotidiano, el tiempo de una comunidad estuviese pautado, en principio, por más o menos prolongados tiempos de penuria alternados por señaladas ocasiones en donde un botín especialmente sustancioso irrumpiera en la vida de la horda humana.
Se habita desde entonces el tiempo de esta forma: unas fases de constricción a la necesidad, donde el disciplinamiento es preceptivo y unas instancias escasas y puntuales de exceso, en donde puede operarse un contradisciplinamiento. Esto es, tiempo ordinario-fiesta-tiempo ordinario, lo que impone un ritmo vivido, un tiempo experimentado como progresión y también como ciclo. La oposición, entonces, confiere forma al tiempo.
Es estructuralmente comprensible que esta oposición tiempo ordinario/fiesta se asocie con la oposición profano/sagrado, juego/ceremonia, rutina/celebración. Y también y sobre todo, con la oposición orden/exceso

A habitar el tiempo, entonces: se impone alternar la fiesta con la rutina como el instrumento de imponer ritmo a la vivencia de discurrir.

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