Páginas

¿Por qué la preocupación por el habitar es aún tan incipiente?

Ger Jacobs (1864- 1958) La coloración típica durante las tormentas (s/f)

La presencia obligada y constante del habitar explica la dificultad en reconocer al habitar como un campo u objeto que demande una explicación, una teoría.
En otras palabras, la cercanía, cotidianidad o familiaridad del habitar tiene como consecuencia que no se reconozcan sus incógnitas, sus opacidades, su compleja y variada estructuración
Roberto Doberti

El profesor argentino Roberto Doberti afirma que el habitar se invisibiliza ante nuestra conciencia tanto como el agua para el pez.
Es posible que por ello la preocupación por el habitar sea incipiente en la actualidad. Sólo cuando se acusan agudas contradicciones entre las expectativas y la realización efectiva puede nacer, al menos, una inquietud al respecto. Sucede algo similar con la atmósfera: sólo tomamos conciencia cabal de ella en ocasión de la tormenta. En lo que nos concierne, en cierta forma se manifiestan ciertas contradicciones entre la provisión arquitectónica y las demandas de los habitantes que dan lugar al señalamiento de una entidad problemática.
Es por ello quizá que pueda pormenorizarse esta característica problemática tanto en los planos de la razón, de la práctica y de la producción.
En efecto, ya el habitar no puede considerarse el necesario corolario de la proyectación y la construcción arquitectónicas. Ahora es imperioso señalar que, es porque habitamos que, entonces y en consecuencia, proyectamos y construimos.
Ya el habitar no puede reducirse a unas prácticas específicas de apropiación de objetos construidos, sino que debe entenderse en la continua producción omnipresente de relaciones humanas con los lugares. El habitar, entonces, es una práctica social total.
Por último, el habitar no puede confiarse restringidamente a la atención de un colectivo profesional restringido, sino que debe abrazar a la sociedad en su conjunto estructurado. Habitar configura una práctica social.

Con todo, es llamativo el incipiente interés que logra abrirse paso en la Academia, que parece, como en tantas otras cosas, la última en enterarse.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario