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Plumas ajenas: Alejandro López-Lamia

Para muchas familias la residencia ideal sigue siendo una casa o apartamento edificado con materiales sólidos, mucha luz natural, techos altos, una importante sala comedor y cocina, varias habitaciones, con un amplio garaje y bodega, seguridad privada y vastos espacios verdes. Este imaginario se vincula a contextos demográficos, socioculturales y económico-financieros que mutarán hacia mediados de siglo. Con una esperanza de vida alrededor de los 80 años y la transformación de los valores familiares tradicionales, los jóvenes preferirán permanecer solteros por más tiempo, tener hijos después e invertir más en sus prioridades personales que en propiedades familiares, algo que ya está ocurriendo.
López-Lamia, 2016

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