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Algo en el aire

Henri de Braekeleer (1840- 1888) La vieja posada (1877)

Generalmente, ¿cuáles son para las imaginaciones materiales las cualidades más fuertemente sustanciales del aire? Son los olores. Para ciertas imaginaciones materiales, el aire es ante todo el apoyo de los olores. Un olor tiene, en el aire, un infinito.
Bachelard, 1953
Habitamos atmósferas.
Allí donde lleguemos, lo primero que hacemos, literalmente, es meter la nariz. Ese algo en el aire es lo primero que nos permite participar del lugar, más allá de lo que puede anticiparnos la mera visión. Las calidades del aire de los recintos son las primeras y fundamentales percepciones efectivas del habitar. Habitar, así, es una práctica inhalatoria, una percepción inmediata que nos ratifica nuestros efectivos estancia y tránsitos, un atravesamiento del cuerpo por una crítica cualidad del lugar.

El tono osmótico del lugar es la primera evidencia de nuestra intromisión y su primera nota.

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