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Nihilización y edificación

August Ahlborn (1796- 1857) Grecia en la época dorada (1836)

El olvido —que no la ignorancia— es quizá la condición de la edificación 

Pedro Azara, 2016

La operación de edificar es precedida por una negación.
En efecto, el lugar de la nueva edificación no puede ser ocupado por otra cosa, por lo que el solar debe ser vaciado de preexistencias. Así opera el constructor.
Pero para el arquitecto —que no es sólo un constructor— las cosas no son tan sencillas. No le es posible al arquitecto ignorar las preexistencias; sólo le es posible sustituir con su obrar algo del lugar por una novedad que allí ha echado raíces. Algo se olvida entonces para tener otra cosa presente. El templo hace olvidar el mero paraje yermo.
Pero el lugar, en sí, no se consagra puramente con la novedad del templo, sino que es su carácter sagrado el que se desoculta y revela, por obra de la arquitectura. Y entonces el temenos, el recinto sagrado, pervive mucho más allá que el propio templo.

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