Charles y Ray
Eames Casa Eames (1949)
La
preocupación del para qué de la
arquitectura constituye una larga tradición en arquitectura, desde que Vitruvio
proclamara el principio superior de la utilitas.
La
arquitectura renovadora del siglo XX se propuso afrontar este desafío de manera
decidida, hasta que del estudio de la función se elaborara primero una teoría
mecanicista de ella y luego una ideología que cristalizó en el denominado
funcionalismo moderno.
Tanto
las limitaciones de corte mecanicista como el carácter ideológico del
funcionalismo condujeron en su momento a una crisis que sólo una depurada y
humanista teoría de la función habitable puede superar con oportunidad y
eficacia.
La
Teoría del Habitar supone entonces el intento contemporáneo de una superación
humanista del funcionalismo moderno.
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