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Contenidos resaltados: Antropología del habitar (II)

 

La relación con el espacio a nuestro alrededor es un proceso continuo de interpretación, modificación, transformación, simbolización del entorno que nos rodea, con lo cual lo humanizamos, transformándolo en un lugar moldeado por la intervención de la cultura. Habitar tiene que ver con la manera como la cultura se manifiesta en el espacio, haciéndose presente mediante la intervención humana.

Giglia, 2012: 9

Habitar es la operación humana de hacer del tiempo y el espacio un lugar. A estos efectos se debe contar, en principio, con una interpretación sensible: tiempo y espacio se constituyen como las estructuras efectivamente comprendidas con las que construir la historia y la geografía de unos lugares que resultan perturbados por la proyección de una estructura estructurante, esto es, una modificación, una versión operativa y operada de lo vivido. Porque a la apercepción y a la proyección le siguen de cerca una ineludible trasformación constructiva y una producción simbólica del lugar.

Así, el habitar resulta el cultivo del lugar por obra de la presencia y población. Tal cultivo tiene tanto al tiempo como el espacio como dimensiones operativas y una resultante de humana producción. Por ello, el habitar es, a la vez, un obrar, un producir y un cuidar.

 

Ref: Giglia, Ángela (2012) El habitar y la cultura. Barcelona, Anthropos, 2012

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