Sociedad
inequitativa, economía de mercado y su resultante urbana.
En los documentos oficiales de
HABITAT existen infinitos “conceptos” de: ciudad sustentable, ciudad segura,
ciudad inteligente, ciudad resiliente, ciudad humana, ciudad democrática,
ciudad amigable, ciudad competitiva, ciudad autónoma, ciudad innovadora, ciudad
creativa, ciudad del conocimiento, ciudad de la palabra, ciudad dormitorio,
ciudad universitaria, ciudad de las artes, ciudad emergente, ciudad equitativa,
ciudad inclusiva, ciudad histórica, ciudad de oportunidades, ciudad sostenible,
ciudad compacta, ciudad sustentable, ciudad patrimonial, ciudad de todos,
ciudad dispersa, ciudad educadora, ciudad vieja, ciudad verde, ciudad a escala
humana...
Fernando
Carrión, 20161
En todo territorio, las
cualidades urbanísticas se acumulan tendencialmente sobre un sector restringido
para consumo de una minoría de la población. Estas áreas “de mercado” están
sustentadas por un vasto sistema de normas, de contratos y de leyes que son
-casi siempre- una condición de acceso a la propiedad escriturada y registrada.
Este proceso genera una creciente segregación socioespacial en nuestras
ciudades.
Raquel
Rolnik
Nuestras
ciudades son inequitativas a causa de la inequidad de nuestro orden
socioeconómico.
Por
esta razón, la operación engañosa de la adjetivación, en este caso, se centra
en el equívoco de concebir una ciudad
presunta y deseablemente equitativa en una sociedad y una economía que,
mediante la imposición de normas de mercado, restringe el acceso a los dones de
la ciudad a amplias mayorías sociales.
No
puede demandarse sensatamente algo a las ciudades en donde las sociedades y las
economías que las pueblan no aseguran las condiciones efectivas para su
consecución.
1
Artículo completo en
http://elpais.com/elpais/2016/11/10/seres_urbanos/1478767051_442355.html
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