"Sólo por la filosofía puede experimentar la inteligencia cómo sus pasiones llegan a conceptos". Peter Sloterdijk, 1998
Páginas
Una nueva acepción y dos neologismos de urgente consideración (I: Onironáutica)
Contra la ciudad adjetivada (XXIV) Ciudad patrimonial
Emociones en patrones de habitar (VII: Regiones)
Viejas cuestiones (XXXIX): Dimensiones humanas del habitar
Reescrituras (XXXVII): Sujeto sospechoso
Plumas ajenas: Martin Gregor-Dellin
Contra la ciudad adjetivada (XXIII) Ciudad compacta
Emociones en patrones de habitar (VI: Cruces)
Viejas cuestiones (XXXVIII): La inteligibilidad de la forma
Reescrituras (XXXVI): Sensaciones de confort en la piel
Poeta urbanita (III)
Contra la ciudad adjetivada (XXII) Ciudad sostenible
Emociones en patrones de habitar (V: Hitos)
Viejas cuestiones (XXXVII): Escrituras en el palimpsesto urbano
Reescrituras (XXXV): Un lugar soñado en donde valga la pena el despertar
Poeta urbanita (II)
Contra la ciudad adjetivada (XXI) Ciudad de oportunidades
Emociones en patrones de habitar (IV: Habitaciones)
Contenidos resaltados: Antropología del habitar (X)
En los desencuentros entre habitantes y
arquitectos se muestran en vivo los conflictos entre órdenes opuestos, entre
intenciones distintas acerca de las maneras de habitar.
Giglia, 2012: 22
¿Cómo se nombra este desencuentro? ¿A
quiénes obedecen, funcional y socialmente, los arquitectos? ¿Con qué recursos
culturales podríamos alumbrar una arquitectura humanista, comprometida con las
intenciones profundas y auténticas de los habitantes? ¿Podremos los habitantes
llegar a constituir otra cosa que meros consumidores resignados de la
arquitectura y la ciudad?
La antropología del habitar tiene la
palabra, su palabra.
Ref: Giglia, Ángela (2012) El habitar y la cultura.
Barcelona, Anthropos, 2012
Viejas cuestiones (XXXVI): El trabajo doméstico
Reescrituras (XXXIV): De qué trata la arquitectura
- En primer lugar, la arquitectura es un designio, una proyección que dirige y compone situaciones y circunstancias, mucho más que una materialización contingente.
- En segundo lugar, la arquitectura es producto de un sueño lanzado al futuro, un proyecto, en el sentido estricto de la palabra, una conjetura sobre futuros estados del mundo, mucho más que una permanencia presuntamente inmutable yuxtapuesta al vertiginoso fluir de la vida y el tiempo.
- Por último, la arquitectura es una producción que no cesa, al recrearse incesantemente no sólo las condiciones concretas de situación y circunstancia vitales, sino además, memorias y fantasmagóricas anticipaciones.