En los desencuentros entre habitantes y
arquitectos se muestran en vivo los conflictos entre órdenes opuestos, entre
intenciones distintas acerca de las maneras de habitar.
Giglia, 2012: 22
¿Cómo se nombra este desencuentro? ¿A
quiénes obedecen, funcional y socialmente, los arquitectos? ¿Con qué recursos
culturales podríamos alumbrar una arquitectura humanista, comprometida con las
intenciones profundas y auténticas de los habitantes? ¿Podremos los habitantes
llegar a constituir otra cosa que meros consumidores resignados de la
arquitectura y la ciudad?
La antropología del habitar tiene la
palabra, su palabra.
Ref: Giglia, Ángela (2012) El habitar y la cultura.
Barcelona, Anthropos, 2012
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