Dirk van Delen
(- 1671) Conversación afuera del palacio
(1636)
Por
fortuna, no habitamos confinados en esferas espaciales, sino que habitamos
redes de intercomunicación generalizada.
La
novedad de nuestro tiempo parece ser que hemos potenciado este hecho mediante
las tecnologías de la información. En realidad, hemos sustituido contactos
directos e interpelaciones cara a cara por mensajes cada vez más intermediados
por el artificio. De esta manera el mundo se nos vuelve, a la vez, más pequeño
y más remoto.
Es
siempre una sorpresa renovada hacer contacto y puede ser alegre el vértigo de
conseguir conexiones, enlaces, asociaciones inesperadas con todo aquello que
hemos considerado lejano hasta ahora.
Y sin
embargo, las personas están cada vez más lejos y se escribe de ellas cada vez
más: las redes se extienden y nuestra esfera efectivamente vivida en cuerpo
presente se reduce un día sí y otro también. Vivimos cada vez más en los mapas
y menos en los territorios y esto tiene un punto de cierta tristeza.
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