Felix Valloton
(1865- 1925) Interior con mujer en camisa
(1899)
No
hay arquitectura viva si no es con un fuego en su interior.
El
cuidado seguro de la luz y el calor constituye la nota energética del habitar.
A la lucha primordial con las masas, pesos volúmenes y espacios de la
construcción de edificios se le debe complementar con el resguardo del elemento
sagrado de la pasión humana por vivir.
Sólo
entonces la arquitectura vive en la realidad de la llama que conforta.
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