Henri Lebasque
(1865) La señora Lebasque en el jardín
(1923)
El
tratamiento ético del habitar conlleva una consideración esencial.
Se
trata de una característica propia de la conducta habitable: lejos de ser un
comportamiento estereotipado y recurrente, conforma un ethos que es preciso
analizar en su desarrollo o cultivo. Toda vez que se trata de una efusión
principal de la conducta humana, demanda una atención no sólo descriptiva, sino
además normativa y productiva. Habitar es un ethos en construcción y revisión
permanentes.
El
examen ético del habitar supone el examen de una construcción y revisión
progresiva y moralmente intencionada, con todo lo que esto conlleva.
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