Georges Croegaert
(1848- 1923) El glotón (s/f)
Cuando
una secuencia de rituales se estructura según un significado y finalidad
específicos se da lugar a una ceremonia.
Cocinar,
comer, dormir, interactuar son ejemplos de ceremonias. Los gestos del cuerpo se
suceden según rituales y éstos se estructuran para dar lugar a las formas de la
vida cotidiana. Gran parte de la calidad corriente de la vida efectivamente
llevada a cabo radica en los valores asignables a tales ceremonias: adecuadas,
dignas, decorosas. El ajuste arquitectónico clásico entre forma y función debe
analizarse como el triple ajuste entre unos escenarios, ciertos atrezos y
ciertas ceremonias, que condensan en sí las formas-y-funciones propias de la
vida que tiene lugar. Uno puede nutrirse en muchas formas, pero adopta ciertas
ceremonias para comer como es debido,
esto es, según la ceremonia precisa que tiene como pertinente.
La
satisfacción de una ceremonia es, con mucho, algo completamente diverso y
superior a la ejecución mecánica de una rutina. Es en este sentido en que la
Teoría del Habitar pretende superar críticamente al funcionalismo clásico.
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