Andrea
Palladio (1508-1580) Villa Barbaro en Maser
El
sentido de la villa principia por un ansia de vuelta a una Arcadia perdida.
El
retiro campestre supone un distanciamiento relativo de los avatares de la vida
urbana para reconstruir una relación entre el Habitante y el Cosmos. Pero no se
trata de un confinamiento en la pura vida rural. Se trata de un retiro
estratégico que trae la cultura de la ciudad a la colina desde donde se domina
el paisaje circundante. Es allí donde el habitante sienta sus reales, donde
acondiciona morada y jardín para consagrar su existencia a una ansiada
religación con una Naturaleza propicia, saludable, reparadora.
El
sentido de la villa concluye por elaborar la más alta fantasía de un habitar
reconfigurado. El Deseo planea a sus anchas y la idea de una villa precede cada detalle tectónico, cada gesto
figurativo, cada ademán espaciotemporal.
Y así
se quedan las villas, para beneficio de los siglos, respirando magníficas una
confiada felicidad.
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