Beatriz
González (s/d) Sin título (1999)
Conseguir calidad urbana es un
asunto importante, más allá de que la intensidad del movimiento peatonal se dé
por necesidad o por estímulo. Que la gente se encuentre con un óptimo nivel
urbano a la altura de los ojos, debería ser considerado un derecho humano
fundamental para cualquier parte de una ciudad por donde las personas circulen.
Es en la escala pequeña, el
escenario urbano de los 5 km por hora, donde los individuos se encuentran con
la ciudad de cerca. Es aquí donde la persona que se mueve por el espacio urbano
tiene el tiempo y la oportunidad de disfrutar de la calidad urbana o de sufrir
por su ausencia.
Más allá de la ideología que
guíe un proceso planificador o de los prerrequisitos económicos que haya, saber
manejar cuidadosamente la dimensión humana en cualquier tipo de ciudad o área
urbana debería ser un requerimiento universal para gobiernos e instituciones.
Jan
Gehl, 2010
Saber manejar cuidadosamente la dimensión humana
en cualquier tipo de ciudad. Todo un
compromiso.
Este
compromiso supone un programa singularmente complejo. En primer lugar,
desplazar la atención de las cosas a las personas. Seguidamente, una
sensibilización profunda en torno al peculiar carácter de las múltiples
expresiones de las dimensiones humanas. Quizá en tercer lugar, un intento por
sintetizar tal pluralidad compleja en una dimensión única característica. Y
aprender a medir las cosas, los hechos, las actividades, con tal módulo.
Y
luego, operar, con método y arte.
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