Paul Fischer (1860-1934) Højbro Plads (1890)
Ya hace algún tiempo, aquí hemos enunciado:
4.
El habitar es un arte, esto es, una actividad productiva que sigue reglas.
Señalar que el habitar, más que una simple conducta es una
actividad productiva es consignar que elabora ulterioridades, una de ella y la
más señalada, la arquitectura, nada menos. El habitar produce formas y figuras,
signos y discursos, historias y geografías.
Pero al hacerlo no opera con la ineluctabilidad de la
necesidad, sino con la contingencia que tiene toda labor productiva humana:
antes que leyes, sigue reglas autoimpuestas.
Conocer tales producciones y las reglas que rigen su
elaboración es la tarea de una Teoría del Habitar que no ha hecho otra cosa que
comenzar a andar.
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