Sala del
Senado en el Palacio Ducal de Venecia
Se
prodigan la profundidad perspectiva, la amplitud y la altura.
La
sala palaciega se despliega en sus dimensiones principales para liberar las
modulaciones proxémicas del protocolo: distancias, cercanías y eminencias
relativas ponen a cada uno en su lugar.
La sala palaciega resignifica el imperio del poder en el lugar. La sala
palaciega prolifera en superficies historiadas, cargadas de significados
superpuestos, que se hacen eco de la historia de la vida que allí palpita.
De
todo ello quedan las reverberaciones, los resplandores y la contemplación
reverente: las antiguas sedes del Poder ya están convenientemente museificadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario