Claude-Nicolas
Ledoux: (1736-1806) Chaux, proyecto de cementerio (1804)
De la
intuición fundamental de la subsunción de todos los lugares a unas ciertas órbitas parece provenir la concepción
de círculos, elipses o esferas como representaciones trascendentes del mundo,
bajo la especie de orbe.
También
se concibe lo orbitario u orbital como el lugar propio y la medida
adecuada. De allí que una pérdida de emplazamiento debido resulta un caso desorbitado y todo exceso de tasa, un
caso exorbitante.
Parece
haber una ancestral sabiduría que ilumina un nuevo interés por las
circunferencias, las elipses y las esferas. Pero lo que en realidad se ilumina
es la concepción profunda del lugar abierto al movimiento.
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