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Las ruinas circulares

Moray, Cuzco, Perú

Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres.  
Jorge Luis Borges, 1944

En el principio y en el fin, siempre hay un círculo marcado en el territorio de los hombres.
En los antiguos círculos de piedras hay un contornear manifiesto como inicial empresa arquitectónica. Toda circunferencia trazada sobre la superficie de la tierra es, de algún modo, un señalamiento especial de un lugar al que no puede accederse mediante un tránsito corriente, sino con el atravesamiento de un límite o umbral.
De allí proviene toda la arquitectura accidental y pormenorizada: del recinto, el umbral y la senda para llegar allí. Por ello es que todo templo consagrado a la propia arquitectura no puede ser otra cosa que una ruina circular.

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