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Plumas ajenas: Pedro Azara


Somos -tenemos entidad, no "somos" fantasmas o ilusiones, no somos efimeros, como los griegos calificaban a los humanos- porque habitamos. Ser -tener un ser, una entidad- implica tener un lugar en el mundo, estar emplazado, no encontrarse desorientado, tener un techo, un refugio donde acogerse. Eso no es una condena al nomadismo, si bien es cierto que loa pueblos asentados se oponían a los nómadas, y los mitos (como el mito bíblico del Éxodo) reflejan esta oposición o esta dualidad. Pero los nómadas no van perdidos, a la deriva, sino que siguen sendas establecidas, que se repiten cíclicamente. Recorren, están en un mismo territorio. El mundo es su casa.
Pedro Azara, 2018

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