Johan van der
Keuken (1938-2001)
Los
influjos del lugar resultan en marcas sobre el cuerpo.
El
cuerpo es el palimpsesto en donde se escriben las geografías e historias de lo
vivido. El cuerpo, hollado por el lugar, delinea a su modo los mapas y crónicas
cognitivas. Y, ya se sabe, se llega a un punto en que no se sabe distinguir con
claridad el territorio de su mapa, la res
gestae de la historia rerum gestarum.
Los mapas y las crónicas se retrovierten sobre el lugar y ya no estamos seguros
de las precedencias: ¿el territorio precede al mapa? ¿la crónica del uno mismo
precede acaso a su historia factual?
El
mundo es acaso lo que aprendemos de él mediante las marcas del lugar en el
cuerpo. Mientras tanto, no dejamos de inscribir improntas en el lugar mediante
nuestros cuerpos marcados.
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