Stanley Kubrick
(1928-1999)
Desde
un punto de vista ético-político, las personas nos debatimos entre dos
vocaciones sobre la apertura social de los lugares.
Si
en un principio podemos afirmarnos en una vocación de apertura, de inclusión y
de hospitalidad, proclive a hacerle un lugar a todos los congéneres, también
hemos de reconocer, con no poca vergüenza, una vocación antagónica, tendiente
al autoconfinamiento, a la exclusión y a la segregación. La ciudad
contemporánea es el escenario en donde laceran los efectos de esta última
vocación. Pero es preciso entender y comprender que la misma sociedad, la misma
economía y el mismo orden social que nos une y solidariza, también y a la vez
nos separa y discrimina. Y sólo cuando entendamos y comprendamos esto, entonces
será oportuno superarlo. No sería humano dejar de hacerlo.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario