Noell Oszvald
(1991)
El
cuerpo irradia marcas, señales y signos sobre el lugar.
Lo hace
en forma metódica y estructurada, de donde corresponde que demos cuenta
sistemática de la forma en que las dimensiones corporales se proyectan sobre el
escenario habitado. De modo introductorio puede señalarse que a cada gesto del
cuerpo que desarrolla una dimensión le corresponde la tarea de infligir en la
faz del lugar un conjunto específico de improntas sobre la faz del lugar. Habrá
entonces que reparar cómo la marcha, la bipedestación, el advenimiento, la
declinación y todo el resto de actividades primordiales ya estudiadas del
cuerpo van cargando el lugar de inscripciones.

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