Paul Gaugin
(1848- 1903) Los techos azules (1884)
A
veces el paisaje es conmovedor, como en las ocasiones en que el habitar humano
hace contrapunto con la geografía del lugar y cuando la percepción abraza un
tono singularmente armónico. Vistos en una perspectiva adecuada, los techos son
los signos del habitar casi por excelencia.
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