Hay importantes aspectos en la arquitectura precisa,
generosa y sensible que desarrolla el conjunto de los tránsitos.
Las “áreas de circulación” no pueden quedar reducidas a
un mero expediente minimizable en busca de la falaz optimización del Existenzminimum. La arquitectura de los
tránsitos interiores merece el tratamiento arquitectónico que se otorga a la
estructura. Pasillos, corredores, recibidores, antecámaras, son rincones
especiales en donde el sujeto muda su estado, donde las estancias se articulan
adecuadamente, donde se anticipan los cruciales encuentros con los umbrales.
La arquitectura no debería desdeñar los ámbitos de
tránsito y cambio de estado, si quisiera palpitar el pulso de la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario