Definición
1.
Conjunto estructurado de agentes humanos que desarrollan un habitar efectivo. ║
2. Agentes sociales que vuelven efectivo el habitar como práctica social. ║ 3.
Agentes sociales protagonistas de las prácticas sociales de producción de
lugares.
Pertinencia
El
habitar tiene actores protagonistas, cuya caracterización positiva es
ineludible en la Teoría del Habitar
Comentario
Los
seres humanos se caracterizan por su condición de existentes, esto es, seres lanzados
ontológicamente al mundo. Uno de los aspectos de esta condición es,
precisamente, constituirse en habitantes.
Los
habitantes son los agentes efectivos de las prácticas sociales del habitar.
Estas prácticas transforman los sitios físicos en territorios. Estos
territorios constituyen una efectiva organización de los lugares para la
consecución de la reproducción político-económica del grupo social habitante.
Esta condición territorial supone la organización de la subsistencia material
del grupo, la configuración de un orden político dado, y, sobre todo, la
representación simbólica del lugar.
El
aspecto más destacado de estas prácticas sociales lo constituyen la producción
formal y material de los lugares.
Ilustraciones
Albert Edenfelt
(1854-1905)
Mujeres
de Ruokolahti fuera de la Iglesia (1887)
No hacen falta muros ni cubiertas para
construir un lugar: basta que converjan las miradas y las voces. El lugar, por
cierto, tiene género.
Mary Cassatt
(1844-1926) Joven napolitana en la fuente
(s/f)
Cuánto aprenden de cada lugar. Cada
cosa deja un sedimento en la memoria. Éste es el mundo en que te ha tocado
vivir, muchacha.
Thomas Pollock
Anshutt (1851-1912) El descanso de los
metalúrgicos (1880)
El lugar del trabajo también es un
ámbito habitado, y, por cierto, con no poca intensidad. Las reivindicaciones de
adecuadas condiciones de trabajo se sintetizan en la adecuada habitación de los
lugares correspondientes.
Jaroslav Špillar
(1869- 1917) Los ancianos (1904)
El habitar de la gente grande (viejos
son los trapos) tiene ciertas especificidades que deben considerarse de un modo
específico, sin reduccionismos al mero confinamiento asilar, ni a la
segregación en ámbitos-para-ancianos.
Anna Ancher (1859-
1935)
Una
mujer ciega en su habitación (1883)
No podemos olvidar
que todos tenemos diferentes capacidades. Nosotros, los que habitamos, lo
hacemos de diferentes maneras y debemos tener en cuenta tales diferencias, para
superar la ingenuidad teórica de tratar con meras figuras generales del
habitante.
Véase también
Habitar, Lugar
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