Adriano
Cecioni (1836- 1886) Las bordadoras
(1866)
Para
el constructor y el arquitecto una ventana puede ser un simple agujero en el
muro y un balcón un agradable ornamento de la fachada. Pero es la vida de las
personas los que transforman estos “elementos” en lugares. Por ello, los
habitantes son los verdaderos arquitectos de la arquitectura viva.
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