Definición
1.
Lugar especialmente acondicionado con plantaciones con finalidad
predominantemente estética.
Pertinencia
Un
jardín constituye un lugar especialmente acondicionado para el disfrute
estético y obra como articulador entre la casa y su contexto.
Comentario
Transformar
un solar inculto en un jardín puede ser uno de los gestos fundamentales de la
habitación humana del ambiente, más allá de la función de alojamiento. Supone
intervenir en la forma del suelo, siguiendo su conformación natural o
interviniendo claramente en ella. También implica abrir o cerrar diversas
porciones del horizonte para conformar, ya vistas panorámicas, ya enclaves
reservados. Si se trata de realizaciones en donde la plantación es protagonista,
se debe organizar el riego, por lo que los diversos elementos dispuestos a tal
fin (estanques, fuentes, canales) constituyen importantes elementos de un
jardín. Un jardín expresa una determinada relación entre los habitantes y su
entorno natural.
Los
jardines se disponen, en general y cuando se desarrollan en extensión, como un
recorrido pautados por centros de interés. Cuando se desarrollan en lugares
reducidos, conforman por lo general centros de atención o bien marcos
acondicionados para dominar las vistas circundantes. Pueden adoptar o bien
disposiciones geométricas regulares o bien composiciones semejantes, en su
morfología variada, a la Naturaleza. El carácter de cada jardín es afectado
decisivamente por su extensión y por su relación con el paisaje circundante,
así como con lo construido. Puede adquirir las proporciones de un parque
relativamente extenso hasta constituir una minúscula intervención en una
terraza o balcón. Los jardines tienen, por su parte, distintas proyecciones
sociales, tanto públicas, como privadas y hasta íntimas.
En
estos lugares tanto el cultivo y mantenimiento de las plantaciones, así como su
contemplación detenida, conforman los rituales de uso predominantes.
Ilustraciones
Károly Markó
(1793-1860) Arcadia (1830)
Hubo un tiempo en que habitamos,
simplemente, el Jardín. Hemos tenido que inventar la arquitectura, entre otras
cosas, una vez que nos han expulsado del Paraíso. Pero aún en el exilio, a
veces recordamos el lugar originario.
Peter Nicolai Arbo
(1831- 1892) Fra Gulskogen (1871)
Según Heidegger, de un claro
desbrozado como éste proviene la idea de Raum (espacio). Supone una suerte de
excavación de un lugar preexistente para constituir uno nuevo, abierto
radicalmente a la vida y al acontecimiento.
Carl Spitzweg (1808-
1885) En el jardín o el filósofo
(1855)
En ocasiones es sano tanto para el
cuerpo como para el espíritu del filósofo una sesión reflexiva en un bien
acondicionado jardín, buscando que el aire refresque la melancolía.
Anton Hansch (1813-
1876) Motivo italiano (1876)
Cuando el entorno deja de aparecer
peligroso o áspero, la Selva se transforma en Parque. Bajo la tutela del lugar
habitado, la sombra de los árboles deviene también un lugar con su específico
interés.
Émile Claus (1849-
1924) El viejo jardinero (1885)
El jardín —en ocasiones tenido por el
Paraíso mismo y sin exageración— es el lugar de donde provienen espléndidas
novedades, hijas tanto del ambiente como del cuidado del experto.
Silvestro Lega (1826-
1895) Tras las flores del jardín (1862)
El habitar no siempre dispone muros.
Pero siempre reordena las cosas según una pauta de agrado deseado. Por eso el
jardín es la representación del Paraíso al alcance de lo mundano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario