Definición
1.
Lugar destinado a la producción, muestra y contemplación de las diversas
manifestaciones de las artes escénicas.
Pertinencia
Comentario
Un
teatro configura una esfera en la que, traspuesto su umbral, se vivencian
situaciones de diversa naturaleza a las que se siguen desarrollando puertas
afuera. Los asistentes se someten de buena gana a la denominada suspensión
deliberada de la incredulidad. El teatro ha significado, desde la tradición
clásica griega, un lugar peculiarmente importante para la endoculturación
social. Configura también una instancia particularmente señalada en un conjunto
integral de laberintos particulares.
En
el teatro, sobre todo en el tradicional decimonónico, el foyer, umbral social,
tiene un papel especialmente significativo en su carácter de espacio convocante
social, en donde proliferan las presencias mutuas. En el interior de la sala
principal, los distintos estratos sociales se disponen de un modo especialmente
meticuloso para indicar “el lugar que a cada uno corresponde”. En este sentido,
los palcos laterales son tanto las locaciones de los asistentes principales,
así como un pequeño escenario social.
La
reforma arquitectónica de la sala teatral, llevada por Richard Wagner en el
Festspielhaus de Bayreuth, en donde se suprimen los palcos laterales, para
distribuir a la audiencia en forma de abanico en la platea, ha significado un
hito importante para la actualidad. Los teatros constituyen importantes
elementos de identidad y memoria comunitaria, a la vez que suelen ser tenidos
fuertemente como propios por el público habitual.
También
los rituales del público actual son deudores de la reforma wagneriana: el
público asiste sentado, en silencio y en una semipenumbra que concentra la
percepción en lo que sucede en el escenario. En general se cuida que la
proyección del espectáculo sea acorde a la capacidad de la sala, la que, salvo
excepciones, siempre tiende a su plena ocupación.
Una
sala teatral es un lugar público por excelencia, que convoca por igual a
hombres y mujeres, mientras que discrimina fuertemente las edades de los
públicos. Cada género (teatro, concierto musical, ballet, ópera) convoca a un
público más o menos segmentado por sus gustos y capitales culturales.
Existe
una etiqueta particular al uso del teatro que regula con efectividad cuándo y
cómo se accede a la sala, cómo se comporta el público durante y después de la
obra, cómo interactúa en los intervalos y cómo se retira.
Ilustraciones
Albert Guillaume
(1873- 1942) En el teatro (1915)
Ese lugar para acomodarse a contemplar
en silencio y en elegante compañía cómo los actores hacen su vida, poniendo
carne en personajes en busca de un autor. Ah, los perfumes y esa luz en la
platea.
Eugène Galien-Laloue (1854- 1941)
Boulevard St. Martin. Matinée
à l’Ambigu
(1909)
El espectáculo teatral ya comienza con
el resplandor callejero de su fachada. ¿Cómo resistirse?
Albert Guillaume
(1873- 1942) Los atrasados (1914)
Ah de los desubicados, ah de los
molestos que irrumpen abusivamente en los lugares que hemos hecho propios con
toda la compostura y etiqueta de la que somos capaces.
Louis-Léopold Boilly
(1761- 1845) Efecto del melodrama
(1830)
Hay quienes se emocionan hasta el
paroxismo en el teatro. Si la casa, para Le Corbusier, podía considerarse una
máquina para habitar, el teatro entonces sería una máquina de emocionar.
Louis Béroud (1852-
1930) La escalera de la ópera de Garnier
(1877)
Los espacios umbrales son, en
ocasiones, tratados magníficamente toda vez que se entiende su papel habitable:
la transformación de los elegantes burgueses en el crédulo y apasionado público
de la ópera.
Mihály Zichy (1827-
1906) Función en el teatro Bolshoi
(1856)
En el tradicional teatro decimonónico
la función constituye un espectáculo social total: los emplazamientos del
público siguen una precisa ordenación según el status social y los espectadores
concurren tanto para contemplar como para ser vistos, cada uno en su lugar. El
escenario, por su parte, no es el único lugar en donde tiene lugar una
representación.
Eva Gonzalès (1849- 1883) Une loge
aux Italiens (1874)
En el teatro tradicional, un palco es
una suerte de segundo escenario para representar la presencia social de ciertos
personajes. Richard Wagner, en Bayereuth, barrería con todo esto: un teatro
moderno es un ámbito para contemplar la Obra de Arte Total en exclusiva. Para
mirar y ser mirado queda el foyer.
Alex Levitsky y
Dimitry Shamatazhi Sala del teatro de
ópera de Odessa (2013)
He aquí el abismo del intérprete. No
se trata sólo de tener talento, sino de acompañarlo con un temple capaz de
lidiar con cientos de críticos inmisericordes.
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