Cabe
en principio oponer modalidades poéticas en la medida en que pueden establecerse
alternativas. Existe una primera oposición entre lo que podríamos caracterizar
como poéticas de la síntesis de la forma contrapuestas a poéticas del
embellecimiento. Aquí lo que permite establecer la alternativa es la concepción
fundamental de la forma arquitectónica.
Para
una poética del embellecimiento la
consecución de la tradicional tríada vitruviana (utilitas, firmitas, venustas) se consigue sólo a través de un
compromiso con los principios de formatividad: hay un orden de consideraciones
para la utilidad, diverso de otro que persigue la estabilidad durable y ambos
distinguidos del orden que informa la belleza perceptible. En virtud de ello se
considera el plano estético como un conjunto de solicitaciones autónomo y
articulado, con lo que, conseguidas la estabilidad y la utilidad relativas a
través de un protocolo de específicas consideraciones constructivas, lo
estético sería un orden añadido, en todo caso facultativo y por ello y de suyo
no-necesario.
Opuesta
a tal concepción, una poética de la síntesis de la forma afronta el problema de
la determinación de la forma arquitectónica en un modo tal en que la
articulación categorial vitruviana debe entenderse como un ejercicio necesario
de síntesis superior. Así, el método no sigue las líneas de articulación
conceptual vitruviana sino que, desde la raíz se desarrolla un único y
sintético sentido arquitectónico que propende a la composición específica de la
forma. En este caso, lo estético sólo puede ser contemplado en su integración
finalista con las otras categorías y no constituye ninguna añadidura
facultativa, sino factor necesario y siempre presente.
¿Qué
opina al respecto?
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