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¿Mejores condiciones de vida?

Conjunto habitacional en Monte Santo (Bahia)


¿Es siempre cierto acaso que una política habitacional redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población?

A título de autocrítica (V)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
¿Es siempre cierto acaso que una política habitacional redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población?

No es cierto. En no pocas ocasiones, una mejora puntual de condiciones se ve acompañada por una localización desfavorable desde el punto de vista urbano.

Es hora de abordar políticas estratégicas del habitar que propendan a estimular, propiciar y dirigir el desarrollo urbano y territorial integral de los lugares para vivir.

Insuficiencia de la política de vivienda

Conjunto Rioja, Buenos Aires, Argentina.


¿Una política social sectorial o qué otra forma de política debe habilitar y promover procesos de integración social?

A título de autocrítica (IV)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
¿Una política social sectorial o qué otra forma de política debe habilitar y promover procesos de integración social?


La integración social no se logrará nunca con políticas sociales sectoriales por la sencilla razón que los mecanismos de exclusión, segregación y discriminación son sistémicos. Y un problema sistémico sólo puede enfrentarse con políticas de naturaleza estratégica.

Política habitacional

Viviendas en :Eunápolis (Bahia) bajo el programa programa :Minha Casa, Minha Vida, 2011.

¿Una ‘política habitacional’ es la caracterización pertinente de una política adecuada?


A título de autocrítica (III)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
¿Una ‘política habitacional’ es la caracterización pertinente de una política adecuada?


Depende de qué se entienda por habitacional. Y depende de los modos en que esté integrada esta política sectorial en el conjunto de las políticas sociales y económicas. Si se entiende por ‘habitacional’ una política de vivienda de interés social, la caracterización no es adecuada porque la pertinente escala de actuación es la del hábitat en su conjunto y no en un género de viviendas. Asimismo, no es adecuada la caracterización en lo que toca a los efectos, ya que ninguna política sectorial puede concebirse, en su especificidad, como facilitadora de mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

¿Integración?

Barrio Parque "Guillermo Rawson", Comisión Nacional de Casas Baratas, Argentina.


La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, ¿es indiscutible?

A título de autocrítica (II)

En el Plan Quinquenal de Vivienda vigente en el período 2015-2019 se afirma
La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Analicemos
La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, ¿es indiscutible?

No, es sumamente discutible. La falsa objetivación del problema del habitar contemporáneo en la categoría vivienda y aún en la categoría entorno habitacional ha conducido, de hecho y junto a otros factores, al actual mosaico socioespacial que muestran nuestras ciudades.

La sustitución —empobrecedora— de los barrios de una ciudad orgánicamente desarrollada por conjuntos habitacionales desintegra el tejido urbano y segrega a la población.

La vida de las ciudades florece lejos de los escritorios

Guido Marzulli (1943- ) Puestos en la plaza Guardi en Milán (s/f)


¿Cómo puede explicarse la incongruencia entre la explosión de vida de las ciudades y la grisura de las operaciones políticas sobre ella perpetradas por los tecnoburócratas?

A título de autocrítica (I)

Dentro de las llamadas políticas sociales del estado aparece esa compleja entidad denominada política de vivienda.
En nuestro país, cada vez que se inaugura un nuevo gobierno, el ministerio del ramo elabora un ambicioso Plan Quinquenal. Este suele constituir un documento que incluye un balance de lo actuado, un diagnóstico de situación y directivas, objetivos y metas. En el Plan vigente en el período 2015-2019 se afirma:

La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, es indiscutible. Una política habitacional debe habilitar y promover procesos de integración social, de seguridad, oportunidades educativas, laborales, culturales y de condiciones sanitarias adecuadas, pues ello redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población.

Probemos con un sencillo procedimiento crítico:
  1. La incidencia de la vivienda y el entorno habitacional con la construcción de una sociedad más integrada, ¿es indiscutible?
  2. ¿Una ‘política habitacional’ es la caracterización pertinente de una política adecuada?
  3. ¿Esta o qué otra forma de política debe habilitar y promover procesos de integración social?
  4. ¿Es siempre cierto acaso que una política habitacional redunda en mejores condiciones de vida para el conjunto de la población?
A pensarlo.

Revelación de la superficie

Andrea Carlo Lucchesi (1860- 1924) Ninfa de las aguas (s/f)


En una instancia decisiva de nuestra existencia, se nos revela que cobramos existencia efectiva al borde del agua.

El decisivo reflejo en el agua

No se vive muy lejos del agua.
Ya para la bebida como para la purificación, el agua dulce es especialmente apreciada en su carácter de elemento tan primario como mítico. Algo singular sucede cuando nos podemos asomar a su superficie calma y descubrir, inauguralmente, que estamos allí, que tenemos efectivo lugar.

Mientras que un mundo se abre con la manipulación de las cosas, nuestro reflejo primigenio nos impone como existencia efectiva en el espacio y en el tiempo.

Ofrenda votiva

Caius Candidinius Sanctus Inscripción votiva a Júpiter y al genius loci


No nos olvidemos, no hay sitios vacantes: hay lugares ya habitados por entidades con las cuales hay que negociar nuestra irrupción.

Genius loci redivivo

Una de las pocas certezas que tiene hoy la arquitectura sobre el contexto es esta: si una obra no se ocupa del lugar, ya se encarga el lugar de ocuparse de la obra.
Santiago de Molina, 2016

Hubo un tiempo en que había que tomarse con cautela la habitación de un determinado sitio.
Es que un solar, por desocupado que estuviese de cualquier construcción, nunca estaba vacío. Cada lugar estaba ocupado por un genio, por una entidad con la cual era preceptivo congraciarse antes de avanzar en la ocupación. Los antiguos romanos solían realizar ofrendas votivas que oficiaban como una petición de permiso para irrumpir.
En estos tiempos de poca fe, aún los solares con construcciones con valor histórico suelen asumirse meros espacios vacuos liberados a la voluntad prepotente del advenedizo. Pero los lugares no están vacíos, tiene cada uno de ellos una peculiar contextura que haríamos bien en considerar.

Ya no se trata de una creencia pagana, ahora es necesario ejercer el buen sentido en los lugares en que pidamos permiso para habitar.

Los condenados

Lorenzo Paolini (s/d) El condenado (s/f)


Encarcelado y condenado queriendo ser libre, y donde ya no se puede parar porque un retraso tal vez pueda significar la muerte o la catástrofe.

Constricciones de la buena vida

La locución “buena vida” suele asociarse a la opulencia y al consumo refinado.
Cuando se piensa en un sujeto que se da la buena vida, se piensa en alguien con amplios recursos  materiales y que dispone de todo aquello en versiones de excelencia: residencias, vehículos, comidas, vestimentas y cosas de similar tenor. Esto conduce a pensar que una buena vida es una condición predicable de unos pocos, pues son, necesariamente, escasos los opulentos y sofisticados consumidores de productos excelentes.
Pero no se suele pensar en el contexto.
En efecto, se piensa en ciertas modalidades de vida, que por escasas y muy envidiables deberán alojarse distantes, allá, hurtándose de la vista recíproca de toda la humanidad más o menos deprivada. Esa distancia social lleva antes o después al confinamiento en zonas exclusivas, en barriadas selectas, en sofisticados ambientes habitados.

Cabe pensar si es, en verdad, una buena vida deseable aquella que deba ser confinada más allá de la abrumadora mayoría social.

El trabajo de habitar

Alexandre Calame (1810- 1864) Paisaje suizo (1830)


Comenzamos a hacer el mundo con las cosas que se alcanzan con las manos.  Es con el trabajo de estas inauguramos y propiciamos nuestra habitación.

Quiropraxias

El asimiento con las manos animales es sólo un escalón previo de la configuración del mundo. Sólo cuando una mano coge las cosas, las encuentra manualmente o las arregla manipulándolas, comienza la transformación de lo que está y queda en derredor en algo utilizable.
Peter Sloterdijk, 2004

El lugar habitado es, en gran medida, el lugar de las cosas que están a la mano.
Mediante la vocación novísima de las manos por el asimiento, algunos primates devienen homínidos. Una porción de los elementos  del ambiente se deja manipular y con ello, adviene un mundo.

En cierto sentido quizá evolutivo, comenzamos a habitar por intercesión de las manos. El mundo se inaugura con trabajo.

Caminos de vuelta

Aquí un lugar para recibir críticas, palabras de aliento, mensajes, contactos, sugerencias, observaciones, alternativas, sospechas, conjeturas, opiniones, pareceres, adhesiones, comentarios, instancias fáticas, acuses de recibo, disidencias y consejos.

Lugares de memoria

Johann Heinrich Ramberg (1763- 1840) Paisaje con monumento (1803)


En efecto, un monumento tiene un fin, más no un uso práctico en el sentido estrecho de la palabra. En el fondo, también la rememoración es una práctica que tiene al memorial como instrumento de naturaleza por cierto enigmática.

Plumas ajenas: Pedro Azara

Un monumento, como una obra de arte, responde a un fin, tiene sentido, y no es un capricho, pero la función a la que atiende no es evidente. No es gratuito, pero tampoco es un objeto de uso. Objeto o acción enigmática, plantea cuestiones acerca de su existencia. Se puede vivir sin él, incluso mejor, porque un monumento es molesto. Plantea preguntas que no siempre queremos tener presentes.

Pedro Azara, 2016

El fondo de los potes y el fuego

Hendrik Valkenburg (1826–1896) Vieja cocina (1872)

todos los animales se alimentan, pero sólo el ser humano cocina…

Manuel Vázquez Montalbán, 2008

Ceremonias cotidianas: cocinar

La antropología contempla la alimentación humana como un fenómeno sociocultural: todos los animales se alimentan, pero sólo el ser humano cocina, y ese saber es fruto de una experiencia en la relación con la naturaleza que le puede suministrar substancias para sobrevivir, consumidas en crudo o modificadas según diferentes procedimientos de cocción. Los hábitos alimentarios pueden ser materia antropológica o de la historia de la alimentación, así como los procedimientos de cocción y conservación.
Manuel Vázquez Montalbán, 2008

Quizá sea una de las primigenias sobreelaboraciones de la conducta humana.
No basta ya con recoger o carroñear. Ahora, por obra del poder transformador del fuego, es posible distinguir radicalmente entre lo crudo y lo cocido. Esta articulación es naturalmente precedida por la regla que opone lo que se come de las sustancias tabúes gastronómicas. También es cierto que se abre una brecha entre la pura nutrición y la cultura del ritual complejo de la cocina.

Cocinar parece ser una de las formas más primitivas de trabajo y de ahí la emergencia, quizá inaugural, del propio concepto de valor.

Centralidad sagrada

Francisco de Goya (1746- 1828) Sacrificio a Vesta (1771)


Así como fue dominado, no sin esfuerzo y riesgo, cada fuego ha impuesto su especial centralidad, sea en el ritual, sea en la morada del hombre.

El fuego sagrado del hogar

El lugar del fuego se consideraba un punto central de la casa, de ahí que hogar signifique tanto fuego como lugar en que se habita.
El lugar del fuego es tan sagrado cuanto lo es el elemento que lo ocupa. Es también tan sagrado cuanto es central en el lugar.
A su vez, el fuego constituye una instancia de articulación, esto es, un lugar en donde a la vez se unen y separan materias de naturaleza tan dispar como lo crudo y lo cocido, el remedio y el veneno, las ofrendas a los dioses y los rituales de brujería.

Habitamos con el fuego sagrado en tanto nuestra vida nos condena a transformar, a separar y reunir, a disociar y combinar. Porque de alguna manera somos portadores de fuegos.

Claros-y-oscuros

Emil Pierre Joseph de Cauwer (1827- 1873) Saint Denis (1867)


La epopeya de la arquitectura es una con la luz que la revela en su magnificencia.

Con la complicidad de la luz

La arquitectura recibe con beneplácito el beneficio revelador de la luz.
Hemos hipertrofiado grandemente el sentido de la vista y en consecuencia tenemos una gran sensibilidad para maravillarnos con mucha razón con el modo en que la luz nos revela los valores de la forma arquitectónica. En nuestra época a veces nos olvidamos de lo fructífero que ha resultado el matrimonio de las formas arquitectónicas con las luces. Por una parte, no siempre las sombras consiguen contornear los relieves, jugando con la gracia del claroscuro natural. Por otra, la ingeniería de la iluminación homogeneiza la distribución de la energía, desterrando las penumbras y sus valores.

Algo importante se nos priva con el uso irreflexivo de la gran cómplice de todos los tiempos.

Aquello que nos espera

Joos van Craesbeeck (1605- 1661) El cansado viajero (s/f)


Sólo sabemos hacia dónde vamos. Una vez allí, improvisaremos

Diseño y proyecto en el tiempo

Debemos considerar cómo se comportan, en la dimensión del tiempo, el diseño y el proyecto.
La forma en que habitamos hoy se define en sus pormenores particulares según un diseño efectivo y actual. Mientras tanto, las condiciones que vuelven efectivamente posibles estas formas han sido forjadas morosamente y en el pasado, a título de proyecto.

El diseño es, en definitiva, la conformación actual de algo que fue entrevisto en el pasado y proyectado hacia un futuro muy faliblemente conjeturado. Otro tanto hacemos ahora con nuestro futuro.

Aquello que deja denominarse como un palacio

Piero di Cosimo (1462- 1521) Construcción de un palacio (1520)

“una arquitectura social compuesta de expectativas, apremios y resistencias mutuos, en una palabra, una primera constitución”.

(Sloterdijk, 2004: 279s)

Arquitecturas constitucionales de grupos habitantes


“una arquitectura social compuesta de expectativas, apremios y resistencias mutuos, en una palabra, una primera constitución”.
(Sloterdijk, 2004: 279s)
Hay quien considera que la arquitectura el arte de organizar espacios. En parte, es cierto.
Esto es cierto en parte porque lo que se organiza, en verdad, en primer lugar son los grupos humanos que habitan los lugares. En consecuencia de esta constitución de los grupos, se organizan papeles y posiciones, se entablan estrategias y tácticas sobre el territorio. Luego se organizan espacios y tiempos. Parece evidente que hay entonces una suerte de arquitectura constitucional de los grupos habitantes que informa a la arquitectura del lugar habitado.

Es necesario observar atentamente esas arquitecturas constitucionales para conseguir informar con adecuación y oportunidad a las arquitecturas de los lugares.

Cuestiones de apertura (90)

Por el momento, cesaremos de preguntarnos, al menos en términos explícitos. Pero conviene recordar que todo discurso vale no sólo por lo que ilustra e instruye, sino y fundamentalmente, por las preguntas que suscita.

Promover y estimular la imaginación

George Dunlop Leslie (1835- 1921) El vendedor de peces (s/f)


Es cierto que hay demasiados vendedores de vanas ilusiones como tónicos para la alopecia o contra el ajamiento producto de la edad. ¿No habrá un lugar aún para un astuto promotor estimulante de la imaginación? La esperanza está en la mirada del infante.

Dos cometidos para la hermenéutica arquitectónica

En este sitio se defiende la idea que a las tradicionales tareas arquitectónicas (proyectar y construir) se debe agregar una intensa y aplicada labor hermenéutica.
Se trata, en principio, de interpretar de modo metódico, riguroso y fundado las diversas demandas sociales en pos de adecuados, dignos y decorosos lugares para vivir. No es por cierto una tarea fácil, pero es ineludible para cumplir debidamente con las solicitaciones de una práctica social productiva. Pero no es el único cometido.
También es posible y pertinente desdoblar la labor hermenéutica en un nuevo cometido: promover y estimular la imaginación, el sueño y el deseo para hacer aflorar nuevas y mejores expresiones de demanda social.

En la interpretación profunda de la demanda quizá radique el proyecto arquitectónico del futuro próximo.

Así como se hacen las cosas

Jean-François Millet (1814- 1875) Lavandera (1861)


Hoy, el compromiso con el lavado de la ropa apenas pasa por un agacharse leve hacia las entrañas de una máquina eléctrica. No obstante, perdura aún el fastidio propio de los tiempos en que constituía una labor extremadamente fatigosa.

Ostranénie

El propósito del arte es el de impartir la sensación de las cosas como son percibidas y no como son sabidas (o concebidas). La técnica del arte de 'extrañar' a los objetos, de hacer difíciles las formas, de incrementar la dificultad y magnitud de la percepción encuentra su razón en que el proceso de percepción no es estético como un fin en sí mismo y debe ser prolongado. El arte es una manera de experimentar la cualidad o esencia artística de un objeto; el objeto no es lo importante.
Víktor Shklovski

Hay otra implementación de la extrañeza: volver visible esas cosas que transparentadas por el hábito se vuelven evanescentes.
Se trata de preguntarse de qué manera hemos llegado a efectuar tales o cuales ceremonias o rituales cotidianos, sin apenas pensarlo. De qué manera han pasado a constituir meros mecanismos en donde la eficacia triunfa sobre la conciencia. De qué manera hemos llegado a considerar obvio o natural hacer ciertas cosas que respondieron quizá en algún momento a un adecuado ajuste de conductas, pero pueden no ser estrictamente apropiados a nuestras circunstancias.

La extrañeza no sólo es un recurso estético posible, también tiene valor heurístico.

Por una historia de las personas antes que de las cosas construidas

Colin Campbel Cooper (1856- 1937) Quinta Avenida, Nueva York (1906)


Por fin habrá una historia de la vida en Nueva York, en lugar de una historia heroica de la gesta arquitectónica y urbanística de la Gran Manzana.

Historias

La historia de la arquitectura, en su contextura tradicional es una gesta de héroes y batallas victoriosas.
Pero podría tratarse de otra historia. Sin héroes —con muy pocos nombres y apellidos—, sin batallas y otros tantos objetos singulares. Pero con morosos procesos sociales, con ilustraciones de la vida cotidiana, con historias de vida y testimonios del día a día. Con muchas palabras y sus ecos en los ámbitos. Con dilatados procesos de cambio.

Una historia de la arquitectura como historia social de la habitación.

Así como los pintores à plein air

John Lavery (1856- 1941) La calle principal en Grez (1884)

Así como los pintores à plein air salieron de sus estudios, los arquitectos deberemos salir de nuestro ensimismamiento proyectual-constructivo para observar el espectáculo de la vida en los lugares.


Hermenéutica

Ya no es posible contentarse con el designio doble de proyectar y construir en arquitectura. A estos imperativos se les debe sumar la labor hermenéutica del habitar.
En efecto, no es posible persistir en la creencia que el habitar sucede como corolario no problemático de la labor proyectual y constructiva del arquitecto. El habitar humano debe ser asediado en su observación e interpretación para hacer de la arquitectura un humanismo práctico.

La arquitectura hoy debe reconstruirse como ciencia hermenéutica del habitar.

Cuestiones de apertura (89)

¿Hemos concedido a las formas efímeras del habitar el tratamiento teórico que merecen?