Tenemos que
reconocer que la cadena infecciosa del capitalismo global destruye nuestra
naturaleza y atonta a los ciudadanos de los Estados nacionales para que nos convirtamos
en turistas profesionales y en consumidores de bienes cuya producción causará a
la larga más muertes que todos los virus juntos. ¿Por qué la solidaridad se
despierta con el conocimiento médico y virológico, pero no con la conciencia
filosófica de que la única salida de la globalización suicida es un orden
mundial que supere la acumulación de estados nacionales enfrentados entre sí
obedeciendo a una estúpida lógica económica cuantitativa? Cuando pase la
pandemia viral necesitaremos una pandemia metafísica, una unión de todos los
pueblos bajo el techo común del cielo del que nunca podremos evadirnos. Vivimos
y seguiremos viviendo en la tierra; somos y seguiremos siendo mortales y
frágiles. Convirtámonos, por tanto, en ciudadanos del mundo, en cosmopolitas de
una pandemia metafísica. Cualquier otra actitud nos exterminará y ningún
virólogo nos podrá salvar.
Gabriel Markus, 2020
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