Marcin Zaleski
(1796- 1877) Capilla de Sigismund
(segunda mitad del s. XIX)
La
arquitectura se mide con gradientes de luz: esplendores, penumbras, sombras.
También se mide con temperaturas tonales: calidez y frialdad relativas.
La
dimensión fototópica es una variable sutil, delicada, huidiza. Por otra parte,
es consustancial con la vivencia palpitante del habitar los lugares. Lo
importante, como en todas las cosas, son las diferencias, los contrastes, las
yuxtaposiciones. A la epifanía del esplendor del cielo se contrapone la
penumbra de cada interior: existir en cada lugar es participar de un tono
especial de luz que consigue inmiscuirse en cada una de las anfractuosidades de
los lugares habitados.
El
arte de la arquitectura, en una medida no menor es una criteriosa
administración de las luces, las penumbras y las sombras.
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