Domenico
Induno (1815- 1878) El cazador (1850)
El
pleno adentramiento en un ámbito supone sentar plaza, asentarse dominando el
lugar ocupado por el cuerpo y proyectando este dominio relativo sobre el
conjunto del recinto.
Emplazarse
implica imponer una presencia y convertir una región particular de la
naturaleza en pleno lugar. Para ello, el cuerpo hace coincidir el aquí corporal
con un aquí proyectado por el poblamiento del lugar. A los tanteos de la marcha
prospectiva le sigue un asentarse, un aquietamiento relativo de las coordenadas
espaciotemporales en torno a la residencia relativa en la locación.
Asentarse
supone entonces una segunda modalidad colpopráctica que aventura el cuerpo en
las honduras hospitalarias del interior.
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