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Onironáutica (I)

Abraham Blomaert (1564- 1651) Parábola del trigo y la cizaña (1624)

Toda vez que los seres humanos somos proyectos, nos lanzamos hacia un estado futuro desde las profundidades del sueño y el deseo.
Esto tiene una importante consecuencia: nuestro presente es el diseño provisorio en que hemos trasformado circunstanciadamente un proyecto largamente elaborado y que aún fragua hacia el futuro: nuestra propia condición humana. En este sentido, los arquitectos somos demasiado proclives a detenernos en el diseño de situaciones y circunstancias. Hemos de prestar atención a las pulsiones que intentan manifestarse en los proyectos de vida como tales.
En definitiva, nuestro presente obedece, de una forma u otra, a los imperativos que anidan desde mucho en las honduras de nuestro psiquismo. De interpretar esos imperativos como impulsores se trata.

Por ello es necesario indagar a fondo en estas líneas maestras que, adecuadamente interpretadas, nos moverán la mano que diseñe los lugares que habitemos efectivamente.

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