Thomas Edwin
Mostyn (1864- 1930) Soñadoras (s/f)
Las
claves de nuestra vivencia del habitar se mecen con la levedad propia de lo que
tenemos por fútil.
Hace
poco he sido testigo de un testimonio que le suscitaba a un compatriota que
reside en Japón desde hace mucho tiempo: se le llenaron los ojos de lágrimas al
recordar cómo huele en Uruguay la arena mojada. Es que lo verdaderamente
crucial para nuestra identidad, memoria y referencia son esas vivencias
cotidianas que no demandan nuestra atención hasta que tomamos distancia y
tiempo.
Por
ello es que una Teoría del Habitar debe acometer un necesario tratamiento de lo
infraordinario, aquello leve y esquivo que nos marca la existencia sin que nos
percatemos muy conscientemente.
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